Construir más parques caninos en el centro de la ciudad. Esa es la voluntad del Ayuntamiento de Tarragona, que está buscando posibles emplazamientos para poder ubicarlos: «Ya existen algunos espacios, pero la idea sería la de diversificarlos para que no se produzca una concentración excesiva de usuarios», detalla el concejal de Medi Ambient, Espai Públic i Joventut, Guillermo García.
La idea se centra más en los pipicanes que en las zonas agility –son instalaciones más técnicas y especialmente diseñadas para que los canes puedan ejercitarse con una serie de obstáculos–. «No descartamos que puedan introducirse más en algunos parques, pero la prioridad actual es la de crear lugares donde los perros puedan socializar y vayan libres», argumenta García.
Por otra parte, existe la voluntad de renovar la cartelería de las áreas existentes, ya que, según expone García, la concejalía «está trabajando en la creación de unas ciertas ‘normas de uso’». «Hemos observado que los parques generan algún tipo de ‘conflicto’ y de ‘tensión’, por eso queremos introducir unas reglas básicas de convivencia para mejorar la coexistencia en este tipo de equipamientos», añade.
El concejal acuña el término «poner orden» para referirse a las actuaciones que se llevarán a cabo con el objetivo de unificar los criterios de construcción de las diferentes infraestructuras: «Nos encontramos con que, por ejemplo, la altura de las vallas no coincide en algunos pipicanes, unos tienen fuentes y otros no... La voluntad es la de estandarizar el modelo».
Carolina es usuaria del parque para perros de al lado del campo de fútbol de Torreforta y corrobora que en ese espacio en particular «no hay fuente, solo existe una entrada, no hay bancos dentro del pipicán, las vallas están dañadas y los animales se cuelan por debajo...». «Creemos que estaría bien introducir una zona agility y un punto de entrada más», añade.
En este sentido, la propuesta del consistorio surge de dicha diagnosis y de la «gran demanda» que, en palabras de García, están teniendo este tipo de parques en la actualidad. Y es que ahora mismo, según datos facilitados por el Ayuntamiento, hay 8.776 perros censados en la ciudad, cerca de un 35% más que a finales de 2019, cuando la cifra no superaba los 6.500.
No obstante, conviene tener en cuenta que no todos los propietarios cumplen con la obligatoriedad de censar a su mascota en el registro municipal. En consecuencia, la cantidad de perros que viven en Tarragona es mucho mayor. «La intención es aportar más servicios porque el número de animales inscritos aumenta continuamente», confirma García.
¿Cuántos hay actualmente?
En la actualidad, la ciudad cuenta con dieciocho parques para perros de diferentes superficies: el del Camp de Mart (1.401 m²), el del Parc dels Caputxins (200 m²), el del Parc de la Ciutat (1.100 m²), el del Parc del Francolí (610 m²), el del Parc del Riu Francolí (359 m²), el de las piscinas del Serrallo (92 m²), el del Parc de la Reconciliació (36 m²), el de la Arrabassada (1.944 m²), el de la calle dels Quatre Garrofers (536 m²), el de Sant Pere i Sant Pau, próximo a la Guardia Civil (10.101 m²), el de Sant Salvador i Sant Ramon (888 m²), el de la calle Violant d’Hongria de Sant Pere i Sant Pau (117 m²), el de Icomar (81 m²), el de La Granja en Torreforta (123 m²), el del barrio del Pilar (386 m²), el del Parc de la Piconadora (253 m²), el de la calle Sant Benilde con Riu Fluvià de Torreforta (209 m²) y el de al lado del campo de fútbol del mismo barrio (532 m²).
Por otra parte, existen dos extensiones agility: una en Bonavista (732 m²) y otra en el Parc del Francolí (895 m²). Esta última, no obstante, no ha llegado a inaugurarse nunca y se cambiará de lugar tras una petición vecinal. Próximamente, se conocerá su nueva ubicación.
Está estudiándose cuál puede ser la mejor ubicación para los futuros pipicanes
