Tarragona acelera para que el primer tramo de la Rambla Nova se consolide definitivamente como una zona peatonal de 7.500 metros cuadrados. 121 días después desde que el pasado 29 de noviembre se iniciara la prueba piloto para cerrar al tráfico los 215 metros entre el Balcó del Mediterrani y las calles Adrià y Sant Agustí, ahora el gobierno municipal del PSC da por cerrada esta primera fase y activa la segunda: la de transición, hasta hacer realidad la futura Illa de Vianants.
Así lo confirma al Diari la primera teniente de alcalde y concejala de Promoció Econòmica del Ayuntamiento de Tarragona, Montse Adan (PSC), quien indica que dos serán los próximos pasos que dará el ejecutivo de la Plaça de la Font para avanzar hacia una Rambla sin coches ni furgonetas. Lo primero, una actuación provisional a corto plazo en la zona vetada a los vehículos y, la segunda, convocar en otoño el concurso de ideas para tener un primer proyecto básico de peatonalización.
«Colaboración con los vecinos»
«En breve, antes del concurso de ideas, haremos una actuación provisional estética, con pequeñas intervenciones para mejorar la imagen del tramo y que se vea que es una zona peatonal, ya que lo queremos es dinamizar el entorno. El objetivo es potenciar la humanización de la zona, indica Adan, quien especifica que esta fase se centrará en el refuerzo de pintura y señalización.
Adan sostiene que todo este proceso se hará «en colaboración» con los residentes del primer tramo de la Rambla. Por ello, hace semanas se creó una comisión de trabajo con representantes de los vecinos que hace meses presentaron unas 200 firmas contra el proceso de comunicación llevado a cabo en la prueba piloto. De momento, ya se han llevado a cabo dos reuniones en las que han participado el alcalde –Rubén Viñuales– y los concejales Montse Adan, Nacho García y Sonia Orts (Mobilitat).
«Iremos de la mano con los vecinos, teniendo en cuenta sus preocupaciones y la valoración de la prueba piloto que empezó por Navidad, que ya ha finalizado. Ahora empezamos la fase de transición hacia la Illa de Vianants», asegura al Diari la máxima responsable municipal de comercio y turismo.
Por ello, con las actuaciones que se harán en breve para facilitar el acceso de los peatones al primer tramo de la Rambla Nova, Adan avanza que esta primavera «organizaremos actividades entre la Rambla y el Passeig de les Palmeres, como alguna feria, el Nomad y actos de Sant Jordi».
Los vecinos quieren otra prueba
Paralelamente, fuentes de los representantes de los vecinos que participan en la comisión con el ejecutivo municipal se muestran satisfechas por el hecho de «haber puesto en marcha una vía regular de comunicación». Desde los residentes de la Rambla Nova lamentan que esta estabilidad en el diálogo «ha costado mucho de poder establecer».
Por ello, y pese a dejar claro que su objetivo ideal sería que «no se hiciera la peatonalización», ahora se abren a negociar cómo debe ser el futuro proyecto, con dos grandes prioridades. «Lo primero es que las terrazas no tengan más espacio que ahora», ya que «no queremos que la Rambla se convierta en una Plaça de la Font 2». Sobre este punto, aseguran que «el alcalde se ha comprometido a ello», en un posicionamiento que ya fue anunciado en enero por la concejala Adan.
Asimismo, la segunda petición de los residentes es que «los vecinos puedan acceder con vehículo». En este escenario, el espejo son las calles Enric Granados y Consell de Cent de Barcelona. «Allí ni hay restricciones horarias. Hay limitación de acceso y de velocidad, y a los coches no les sale a cuenta pasar por la zona», indican las fuentes vecinales, las cuales recuerdan que en el primer tramo «vive mucha gente mayor que necesita tener un acceso fácil a su casa».
Por ello, tras finalizar la prueba piloto sin vehículos, ahora la representación de los residentes en la comisión insta al gabinete socialista a «realizar una nueva prueba de peatonalización, ahora permitiendo el paso de vehículos de los vecinos». A juicio de los residentes, esto «permitiría poder realizar un ensayo más completo». Sobre ello, la concejala Montse Adan afirma que es una posibilidad que se «valorará» en el marco de la fase de transición, si bien descarta «volver a abrir el tramo a los coches».
Las fuentes de la comisión de trabajo de los vecinos afirman que no se plantean organizarse en asociación o plataforma «si las conversaciones con el Ayuntamiento van por buen camino», si bien no descartan «tomar medidas» si las negociaciones van mal.
Otro de los actores implicados, el comercio, se muestra favorable a la peatonalización, pero critica el proceso llevado a cabo. «Nos reunimos antes de empezar la prueba piloto, pero no nos han vuelto a convocar», indica la presidenta de La Via T, Raquel Pizarro, quien cree que la situación de provisionalidad actual «no es positiva» porque «a la gente le cuesta pasear por donde pasaban los coches».
Montse Adan indica que, paralelamente a la actuación estética, el objetivo del gabinete de la Plaça de la Font es convocar entre Santa Tecla y fin de año el concurso de ideas para empezar a dar forma al plan de peatonalización. «Se mantendrá la identidad propia de la Rambla Nova como un eje cultural. El objetivo es definir el proyecto y concretando las cargas y descargas de mercancías y los accesos de los vecinos desde las calles Adrià y Sant Agustí hasta el Balcó del Mediterrani», afirma Adan, quien añade que el gran objetivo es «dar vida a la zona» y consolidar el eje Passeig de les Palmeres y la Rambla «como la Illa de Vianants que sea el eje de unión entre el patrimonio y el comercio».
«Una vez tengamos el concurso de ideas, se licitará la redacción del proyecto ejecutivo para avanzar en las obras de la plataforma única», especifica Adan. La Rambla del futuro se perfila como el gran reto hasta final de mandato.