La vigésimo cuarta edición del festival Tarraco Viva ya está en marcha. El pistoletazo de salida tenía lugar en el Passeig Arqueològic, junto a la Torre de Minerva, un acto que servía para poner en valor el papel del patrimonio histórico como mecanismo de reflexión para encarar los retos del futuro, a la vez que se destacaba la importante función que ha ejercido este festival en la divulgación y conocimiento alrededor de este pasado.
Esta edición gira alrededor de los Grandes descubrimientos de la antigüedad, coincidiendo con los 100 años de la descubierta de la tumba de Tutankamón, los 200 años del desciframiento de los jeroglíficos por parte de Champollion y los cien años del inicio de las excavaciones de las tumbas reales de Ur. Tres episodios de trascendencia internacional, que se conmemorarán dentro del programa de actividades del festival, y sobre los que ayer mismo podían conocerse algunas pinceladas.
Y es que, el acto inaugural fue un pequeño aperitivo de lo que podrá verse en los próximos días en la ciudad, con tres pequeños fragmentos de los monólogos de algunos de los personajes protagonistas y dos mesas redondas. En estas, por un lado los directores del Museu d’Història de Tarragona, el MNAT y el Museu Bíblic, además del director del ICAC, y, por el otro, los representantes de tres de los grupos de recreación, reflexionaron sobre el papel de la arqueología y el patrimonio en nuestros días. «Fomentar el conocimiento y el espíritu crítico es básico para no creernos el primer tuit que llega», decía la directora del MNAT, Mònica Borrell.
Durante las intervenciones pudo constatarse como, si bien Tarragona ha conseguido situarse como un referente europeo a nivel de divulgación, en cuanto a la conservación aún queda por hacer. «Aquí aún suspendemos un poco. Es el último barco que queda por zarpar», decía el director del Museu Bíblic, Andreu Muñoz. Y, a modo de ejemplo, hacía referencia a la Necròpolis a la que «le hace falta una inversión seria por parte de todas las administraciones».
De hecho, se habló mucho de la Necròpolis. Este espacio protagoniza la imagen del cartel de este año, pese a ello, será en la edición de 2023 cuando tomará todo el protagonismo, coincidiendo con el centenario del inicio de las excavaciones arqueológicas por parte de Joan Serra i Vilaró. Refiriéndose a esta efeméride, el alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, reivindicó que «debe ser un año absolutamente especial».
Ricomà defendió que «Tarragona debe posicionarse como capital del mundo romano y esto significa sumar esfuerzos». Por su parte, el director de Tarraco Viva, Magí Seritjol, defendió que «el patrimonio histórico da sentido a las vidas de la gente» y ayuda a afrontar algunos de los grandes retos de la sociedad, como el cambio climático y las desigualdades. «El pasado servirá para imaginarnos nuevos futuros», decía. El festival contempla más de 350 actividades hasta el 29 de mayo. Los primeros de estos actos empezaban ayer mismo, con todas las entradas agotadas.