El solar en el que se ubicaba el antiguo Hostal del Sol, en el Passeig de Sant Antoni, se convertirá en una zona verde. El Ayuntamiento de Tarragona ha previsto una partida de 40.000 euros en los presupuestos de este 2025 para ajardinar la zona que quedó después de que, en 2010, se procediera al derribo del antiguo hostal, que había cerrado sus puertas en el año 1976 tras décadas de pleitos y de negociaciones con las dos familias propietarias de la finca.
Previamente al derribo, el edificio, de ocho plantas y 23 habitaciones, había sido noticia por incendios, asaltos de okupas y la degradación del entorno. Años después, y ya sin la construcción en pie, la zona se ha convertido en una especie de campamento de personas sin techo. De hecho, uno de los vecinos de la zona asegura que, el día de Navidad, «hubo dos robos en domicilios de la comunidad».
Sobre este tema, fuentes de los Mossos d’Esquadra señalan al Diari que, si bien este es un punto en el que se producen robos –en especial, a vehículos–, no destaca especialmente ni presenta unos registros delincuenciales superiores respecto a otros puntos de la ciudad que sufren la misma problemática.
La previsión ahora es que, fruto del pacto de presupuestos PSC-Junts, este año se inviertan esos 40.000 euros para adecentar el espacio, que se ha movido entre diversos proyectos durante los últimos años.
Décadas con diferentes usos
El edificio del Hostal del Sol, activo desde 1960, cerró sus puertas en 1976, pero los procesos para derribarlo se remontan a 1995, cuando el Pla General d’Ordenació Urbana de Tarragona establecía que debía demolerse para construir una edificación que podía ser de una planta baja y dos pisos.
Una constructora intentó levantar un bloque de pisos de lujo que el Ayuntamiento aprobó y, finalmente, fue el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) el que dictaminó una sentencia que prohibía cualquier tipo de construcción, ya que alteraba el entorno paisajístico de la muralla romana.
Después de un largo proceso, en 2008, el Ayuntamiento compró el inmueble, por el que pagó 1,7 millones de euros, que empezó a derruirse el 13 de octubre de 2010 y terminó en febrero de 2011. La demolición costó 148.000 euros. El alcalde, Josep Fèlix Ballesteros (PSC), lo calificó de «día histórico», y dijo que «en muy poco tiempo mejorará todo este entorno de forma impresionante».
El solar se utilizó como un parking de zona azul con disponibilidad para un total de 21 vehículos. Se habilitó para dar respuesta a las críticas por la falta de aparcamiento de los residentes y los restauradores de la Part Alta.
En noviembre de 2015, el consistorio cedió el espacio a los Xiquets de Tarragona. Se justificó afirmando que la colla necesitaba una plaza para ensayar al aire libre. No se utilizó hasta que, en 2017, se formalizó la cesión por cuatro años. Esto despertó las quejas de algunos vecinos, que denunciaron que se vulneraba su derecho al descanso.
En el solar, se encuentra el baluarte napoleónico de Sant Climent, un monumento histórico declarado Bé Cultural d’Interès Nacional (BCIN) que se construyó durante el siglo XVII para reforzar las murallas medievales de la ciudad.