La bailaora y pintora La Chunga, conocida internacionalmente por su forma de bailar descalza y por su estilo arrollador, ha fallecido a los 87 años, según ha informado su hijo Luis en el programa de Antena 3 ‘Ahora Sonsoles’.
Micaela Flores nació cerca de Marsella en 1939, pues sus padres emigraron a Francia huyendo de la Guerra Civil y hasta 1948 no regresaron a Barcelona, donde se crió.
Diagnosticada de cáncer de pulmón en 2011, del que anunció posteriormente que se ha había recuperado, ha pasado sus últimos años en una residencia.
La Chunga comenzó bailando por unas monedas al son del cante de su prima, pero su carrera y el frenesí de su baile la llevó a convertirse en una especie de musa de los artistas catalanes y a entablar amistad con León Felipe, Salvador Dalí o Rafael Alberti.
Tenía 8 o 9 años cuando posaba como modelo para el pintor Francisco Rebés, por 15 pesetas a la hora. Un día, se quedó sola en el estudio y «como se aburría como una ostra, se puso a pintar», recordaba La Chunga a EFE en 2006, cuando ya, alejada de los escenarios, mostraba su faceta de pintora con exposiciones de coloridos lienzos.
Fue Rebés quien en 1955 la presentó en el cabaret El Emporium, de Barcelona, lo que supuso su lanzamiento profesional como bailaora. Un año después, Pastora Imperio la contrató para actuar en su tablao de Palamós, del que luego pasó a El Corral de la Morería, en Madrid.
Por mediación de la actriz estadounidense Ava Gardner participó en dos películas en Hollywood y aprovechando su estancia en América, actuó en Las Vegas, Nueva York y México.
Regresó a España en 1958, convertida ya en una artista de renombre internacional, y en los años siguientes combinó las actuaciones en España con giras por el extranjero: Europa, América, Japón o Australia.
En 1961, presentó en Madrid su espectáculo de variedades Chunga Carrusel y en 1965 bailó en la sede de la Unesco, en París, y el semanario Paris Match le dedicó un amplio reportaje.
En la década de los 70 estuvo alejada de los escenarios hasta que reapareció, en 1977, en el madrileño Café de Chinitas.
En los 90 dejó los escenarios y se centró en la pintura. «Al retirarme del baile creía que me moría, porque ha sido toda mi vida. Tengo la columna y los pies destrozados. Pero Dios me dio ese don de hacer cuadros... y a la gente les encantan», explicaba en 2006 a EFE con motivo de la presentación de una de sus exposiciones.
Con unos cuadros llenos de color y un estilo que Picasso definió como «naif-luminoso», fue conocida por sus gitanillos, tablaos y macetas. Era una forma de expresarse, aunque confesaba: «el baile es lo que me ha salido de las entrañas. Era como un sueño; cuando me aplaudían, era cuando me despertaba».
Entre los muchos reconocimientos que tuvo destacan el Premio Cultura Gitana en la modalidad de Pintura y Artes Plásticas que recibió en 2009, y también las medallas de oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid y de la Asociación de la Prensa de Sevilla.
En enero de 2011, la Chunga fue una de las artistas que se sumaron al manifiesto «Somos gitanos, somos flamenco», del Instituto de Cultura Gitana.
Micaela Flores contrajo matrimonio en 1966 con el director de cine José Luis Gonzalvo, con el que tuvo tres hijos, y del que se separó en 1978. Ha sido precisamente su hijo Luis quien ha confirmado el fallecimiento al citado programa, confesando su tristeza a pesar de que la familia era consciente de su estado de salud: «Llevaba unos días entrando y saliendo del hospital».