El pasado 29 de mayo Carles Balañà esperaba el tren de las 10.46 horas que va de Tarragona a Reus. Como usuario con una discapacidad, que le obliga a ir en silla de ruedas, había avisado previamente para poder utilizar la plataforma elevadora que se utiliza en estos casos para salvar los más de veinte centímetros de distancia entre el andén y el convoy. Sin embargo, ese día se quedó en tierra.
Balañà siguió los mismos pasos que hace cada vez que quiere desplazarse en tren: el día antes había informado que necesitaría este servicio, llegó a la estación, minutos más tarde lo hacía el convoy, los responsables de la plataforma la instalaron y cuando llegó la hora el aparato estaba estropeado. «El tren se puso en marcha y se fue. Pedí un transporte alternativo porque me estaban esperando en Reus y me dijeron que esperara al siguiente, pero no tenían el recambio, por lo que tampoco era la solución y, aunque lo necesitaba, al final no pude ir», argumenta este afectado.
Este tarraconense explica que en otra ocasión le pasó una cosa similar y que en aquellos momentos el personal responsable del servicio le puso un taxi adaptado para poder hacer por carretera el desplazamiento. No fue así hace unos día. Balañà habló primero con el personal de Renfe y le dijeron que el servicio lo gestiona Adif, estos se desentendieron de lo que estaba pasando, por lo que tuvo que darse la vuelta y volver a casa.
Dos días más tarde este usuario presentó una queja de denuncia al gestor de infraestructuras en la que exigía «una compensación por los inconvenientes ocasionados por su negligencia y el incumplimiento de la normativa que rige estas situaciones». Asimismo, solicitaba a la empresa pública la implementación de un protocolo que asegure que «estas situación de discriminación no se vuelva a repetir». A día de hoy todavía no ha recibido una respuesta.
El servicio Atendo lo ponía en funcionamiento el operador Renfe en el año 2007 para garantizar el derecho a la movilidad de todos los usuarios. Desde diciembre de 2020 la titularidad es de Adif. Lo pueden solicitarlo de forma gratuita todos los viajeros con una discapacidad.
En el caso de las personas que utilizan silla de ruedas estas tienen que comunicar con antelación el desplazamiento que realizarán para conocer si en las paradas previstas hay plataforma elevadora o no. Tan solo la tienen de forma permanente las estaciones más importantes, por lo que, cada vez que Carles Balañà, o cualquier persona en silla de ruedas, va a Reus alguien tiene que llevarla.
Balañà defiende que «si es culpa suya deben ofrecerme alternativas». Pese a ello, aquel día no se encontró con nadie predispuesto a ofrecerle una solución. Adif no ha dado ninguna explicación sobre al respecto.