Parece una broma, pero no lo es. La Comisión Europea ha sentenciado de muerte al sector de la pesca. La administración con sede en Bruselas plantea una reducción del 79% de los días de pesca de la flota de arrastre del Mediterráneo desde la actual media de 130 días al año. Eso significa que los pescadores podrán salir a faenar entre 20 y 28 días al año. Un golpe mortal que no podrán soportar las 23 embarcaciones del arrastre que hay en la actualidad en Tarragona.
La propuesta llega después de cuatro años aplicando el Plan Plurianual de Pesca en el Mediterráneo, que contemplaba reducir progresivamente los días de pesca para que el mar tuviera tiempo de regenerarse. Era una imposición de Europa que, tanto el mediterráneo como Tarragona, lo han seguido al pie de la letra. «Después de tantos años sobreviviendo y pescando una media de 130 días al año, nos pensábamos que en 2025 podríamos volver a la normalidad», explica Rosa Sans, secretaria de la Confraria de Pescados de Tarragona, quien asegura no entender el porqué de esta medida. «Los informes y estudios científicos avalan que la mar ya se ha regenerado suficiente durante los últimos años. Pese a ello, siguen ahogándonos con normativas elaboradas desde un despacho y que no tienen ningún sentido», añade Sans.
Los últimos cuatro años han sido un autentico infierno para el sector. Algunos han abandonado por el camino, desguazando su embarcación y mandando a sus marineros al paro, mientras que otros han optado por tener paciencia y esperar al año 2025, cuando estaba previsto que terminara este Plan Purianual de recuperación del mar. Ahora, con la nueva propuesta que está se debatirá a principios de la semana que viene, los pescadores pierden cualquier esperanza de poder seguir adelante con sus negocios. «No sabemos si habrá servido de algo sufrir tanto, para ahora encontrarnos con esto», dice la secretaria de la Confraria de Tarragona.
Con esta medida, las embarcaciones de menos de 12 metros de eslora podrán pescar 20 días, las de 12 a 18 metros, 26 y, las más grandes de 18 metros de eslora, 28 días.
«Cuando recibimos la propuesta, pensábamos que se trataba de una broma de mal gusto. ¿Qué empresa puede ganarse la vida trabajando menos de un mes al año? Ninguna. Quieren eliminarnos», asegura Sans, quien añade que «perderemos tanto embarcaciones como empresas que trabajan para la pesca, como las que hacen los arcos y las redes».
La propuesta de la Comisión Europea ha llegado esta semana a manos de las federaciones de pesca. Éstas están preparando alegaciones para frenar la medida. En un comunicado de la Federació Catalana de Confraries de Pescadors define como «grave» la propuesta de regulación. «Es un disparate y ya no hay margen para negociar nada. La medida es ofensiva, después de todo el sacrificio por las reducciones sufridas desde el 2000 y hasta hoy. Es intolerable», añade el comunicado.
También la gamba
Otro de los asuntos que contempla la nueva propuesta de la Comisión Europea pasa por regular las capturas de la gamba. El objetivo es reducir al 30% la cuota de gamba roja, lo que significa que solo se podrán capturar 551 toneladas al año en todo el mediterráneo. Cuando el cupo se alcance, tanto si es diciembre como si es septiembre, ya no se podrá pescar más gamba. A día de hoy, quedan solamente 36 toneladas.