El gobierno de Tarragona ha decidido poner fin a los constantes incidentes relacionados con el mal estado de las fachadas del Palacio Municipal y ya ha iniciado el proceso para llevar a cabo unas obras integrales de rehabilitación de los exteriores, tanto del que da a la Plaça de la Font como el que da a la calle Rere Sant Domènec. Su mal estado de conservación ha provocado continuados desprendimientos accidentales a la vía pública, a los que se ha respondido con actuaciones de urgencia. El último incidente se produjo el pasado mes de agosto cuando se instalaron unas vallas preventivamente tras detectar que había un riesgo real de soltura de trozos de la fachada principal.
Con el objetivo de poner fin a esta problemática recurrente, el consistorio ha sacado a licitación la redacción del proyecto de rehabilitación de ambas fachadas. El presupuesto es de 15.125 euros y las empresas interesadas tienen tiempo hasta el jueves para presentar sus ofertas. Los documentos del concurso público detallan que el Palacio Municipal está catalogado como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) y se encuentra situado en el interior del Conjunto Histórico de la Part Alta, protegido como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN).
Por ello, los técnicos señalan que «dada la importancia patrimonial del edificio y el entorno, la intervención, además de las soluciones puramente técnicas, deberá tener en cuenta la evolución histórica del edificio y el correcto tratamiento de los elementos a conservar». En este sentido, se establece la condición de que el encargo debe ser asumido por un equipo dirigido por un arquitecto especializado en colaboración con conservador o restaurador de bienes culturales.
A todo esto, el gobierno municipal ya licitó el pasado mes de junio las obras de rehabilitación de la cubierta del Palacio Municipal, que también se encuentra en un estado de deterioro muy avanzado. Asimismo, este proyecto prevé la consolidación del coronamiento de la fachada principal formado por un antepecho balaustrado y el conjunto escultórico de bustos de personajes insignes, además de la consolidación del cuerpo del reloj central. Estos trabajos de conservación y consolidación de dichos elementos requieren la instalación de un andamio que ocupará toda la fachada de la Plaça de la Font.
En este sentido, si bien desde el consistorio reconocen que se trata de dos proyectos cuyos procedimientos de contratación son independientes, defienden que de alguna forma sería una buena opción para los intereses municipales la de vincular ambas actuaciones en la fachada y la posibilidad también de compatibilizar el uso del andamio para las dos intervenciones. Con esta intención, el proyecto de restauración de las fachadas se estructurará en fases, de manera que pueda ejecutarse por partes, dando prioridad a la principal.
Aunque el procedimiento para rehabilitar de una vez por todas los exteriores del Palacio Municipal se encuentra todavía en un punto embrionario y tardará todavía un tiempo a llevarse a cabo, ya es un primer paso.