Los bañistas de la playa del Miracle de Tarragona se encontraron el domingo con la desagradable presencia de varias ratas muertas. Se trata de ejemplares que viven en las cloacas y siempre ocurre lo mismo: en episodios de fuertes lluvias, como el del sábado por la noche, mueren ahogadas por la gran cantidad de agua que en pocos minutos colapsa las tuberías, a través de las cuales los cadáveres llegan a la arena y al agua del Miracle. Sobre esto, el ayuntamiento defiende que con las actuaciones previstas en la red de alcantarillado de la ciudad, entre las cuales se contempla el aumento de capacidad de algunos colectores y la implantación de sistemas de retención de aguas residuales para evitar que estas lleguen al mar, se solucionará este problema.
Según explica José Molina, jefe d’Enginyeria i Obres i jefe de la Unitat de Clavegueram d’Ematsa, «cuando se producen tormentas de corta duración las cloacas se llenan completamente de agua en poco tiempo y las ratas no tienen capacidad de reacción, es decir, no encuentran un lugar donde protegerse, y se acaban ahogando». Además, Molina advierte que el hecho que aparezcan en el Miracle no significa que en la Part Baixa haya una plaga, sino que señala que a los colectores de esta zona llegan las aguas residuales «de más del 50% de la superficie de la ciudad».
El responsable de alcantarillado de la empresa municipal comenta que con la ampliación de la capacidad de algunos colectores que quiere llevar a cabo el consistorio se evitará que estos se llenen completamente y, por lo tanto, «no saldrá ni tanta agua ni tantas ratas muertas por el aliviadero» que desemboca en la arena de la playa del Miracle. Por su parte, el presidente de Ematsa y concejal de Neteja de l’Ajuntament de Tarragona, Jordi Fortuny, añade que, además de la ampliación de la capacidad de algunos colectores, está previsto instalar en algunas alcantarillas un sistema de retención de las aguas residuales para evitar así que lleguen al mar.
Por otro lado, algunos usuarios criticaban en redes sociales que el domingo a las cuatro de la tarde todavía hubiera cadáveres de ratas en la playa. Sobre esto, el concejal de limpieza defiende que los operarios pasan dos veces al día a limpiar la suciedad y que en muchos casos es el propio mar el que trae de vuelta los residuos, que también pueden salir por un emisario que se encuentra mar adentro.
Todas estas actuaciones, que ya se han iniciado con el aumento de la capacidad de bombeo del colector de la calle Barcelona en un 50%, reducirán el peligro de inundación en la zona de la Part Baixa, una de las que más sufre en episodios de fuertes lluvias. A pesar de todo, no es la única parte de Tarragona que tiene problemas de captación de agua cuando llueve mucho y, en este sentido, Fortuny defiende que hay que mejorar la red de alcantarillado de toda la ciudad. «Para esto necesitamos alrededor de 60 millones de euros», asegura el concejal, que añade que «en otoño tendremos mas o menos claro cual será la financiación con la que podremos realizar estas inversiones». Entre las principales opciones están los fondos europeos Next Generation y posibles subvenciones de l’Agència Catalana de l’Aigua (ACA), a lo que se le podría añadir una partida en los presupuestos municipales de 2022. En relación a las zonas del alcantarillado prioritarias en las que actuar durante este mandato, el presidente de Ematsa dice que «empezaremos por un lado u otro según la financiación».