Varios municipios de la comarca del Tarragonès manifiestan su malestar por la falta de contenedores de superficie, tras la ampliación solicitada en su día para cubrir las necesidades por lo que respeta al reciclaje y recogida de residuos, en todas sus fracciones. Un servicio mancomunado que gestiona el Consell Comarcal del Tarragonès (CCT) y que fue adjudicado, tras concurso, a Fomento de Construcciones y Contratas SA (FCC). El problema yace en el hecho de que en municipios del interior del Tarragonès llegaron hace meses los contenedores solicitados, sin que se haya desplegado su distribución en los puntos previstos de los respectivos núcleos urbanos.
Es el caso de Vilallonga del Camp, que en septiembre de 2020 solicitó de Medi Ambient del Consell Comarcal del Tarragonès la adquisición de 13 nuevos contenedores de superficie para ampliar hasta 78 el número de contenedores, de los 65 que ahora hay instalados y repartidos en 13 baterías para el reciclaje de las cinco fracciones. El primer teniente de alcalde y concejal de Hisenda, Antoni Moncusí, explica que el crecimiento de la población «exigía ampliar el servicio de recogida de basuras, y por parte del Consell Comarcal se nos dio la opción de incrementar los días de recogida o bien comprar más contenedores. Nos decantamos por la segunda opción por ser más ventajosa económicamente». Según Moncusí, los nuevos contenedores con 3.000 litros de capacidad llegaron a Vilallonga hace unos cinco meses «pero no se distribuyeron, y a día de hoy permanecen en depósito en un recinto cerrado, propiedad del Ayuntamiento, al lado de las piscinas municipales». El motivo «del incumplimiento del contrato firmado se nos ha dicho se debe al retraso en la incorporación de nuevos camiones por parte de FCC, que son los vehículos adaptados para distribuir en la vía pública y vaciado de los contenedores» añade el concejal. FCC no quiso hacer declaraciones.
La misma situación se repite en la Riera de Gaià, donde el responsable municipal del área de Medi Ambient, Joan Casas, asegura que «a finales del 2021, tras la compra y un año de espera, llegaron los 11 contenedores requeridos, depositados en la zona deportiva municipal, aguardando, sin fecha, la hora de su colocación en los puntos necesarios del casco urbano». Las razones de la tardanza indicades, por Casas, coinciden con la versión recogida en Vilallonga del Camp.
Puestos en contacto con el Consell Comarcal del Tarragonès, el responsable de Medi Ambient del ente supramunicipal, Tomàs Guinart, afirma que «la generalitzada falta de componentes para la industria de la automoción ha dificultado la tecnificación de los camiones de FCC, proceso que se lleva a cabo en Italia». Guinart, admite que la empresa concesionaria «se ha hecho con la compra de seis camiones para su cometido: tres recolectores de residuos, uno para restos de poda y dos de refuerzo». Asegura que «dos vehículos de refuerzo y uno recolector ya están aquí, por lo que en el próximo mes de junio entrarán en servicio» y subraya que se ha instado a los ayuntamientos afectados a que corroboren la ubicación de las islas de contenedores «o si, con el tiempo, ha habido variación».
En La Riera de Gaià están ansiosos «de que se ponga fin a esta enojosa situación y podamos disponer de islas de contenedores en la carretera del Catllar, en las calles Sant Joan, Pau Casals y el vial de Granja Gaià», manifiesta Joan Casas. El edil lamenta tener que afrontar diariamente las quejas de la ciudadanía «que desconoce la causa de esta anomalía y responsabiliza al Ayuntamiento que es quien únicamente se limita a la gestión de cobro de las tasas para luego ingresar en el CCT».
En el caso de Vilallonga, los 13 contenedores a distribuir son para nuevas isletas, entre la Calle Morell y la carretera de La Selva del Camp y también para ampliar las baterías ya existentes. El concejal Antoni Moncusí, se hace eco de las quejas de los vecinos, «que no comprenden cómo pueden estar los contenedores almacenados, sin repartir». Esto genera deficiencias en el reciclaje e insuficiencia de capacidad para asumir los residuos que se generan, de modo que «la brigada municipal ha de pasar revista constantemente a las 13 baterías de contenedores para poner orden y llevar restos a la deixalleria», concluye el edil.