Porta Tarraco inicia la cuenta atrás teniendo de límite octubre de 2022

Los plazos para la ejecución de los trabajos están muy bien definidos en la subvención que otorga la Direcció General de Turisme. Con el PIPA ya se dejaron perder tres millones

12 julio 2021 07:20 | Actualizado a 12 julio 2021 07:39
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Las obras en el antiguo beaterio de Ca l’Agapito serán el pistoletazo de salida para el proyecto Porta Tarraco, que se diseñó desde Turisme y que ahora lidera el Àrea de Patrimoni del Ayuntamiento.

La intervención afecta a otros dos puntos. En primer lugar, en la entrada del Camp de Mart, donde está la antigua caseta de Turisme, que ahora es un módulo abandonado, que debe reformarse por completo. En su lugar se habilitará un espacio de recepción para el turismo. Un sitio en el que los visitantes, antes de iniciar la ruta por la ciudad, podrán ir al baño y comprar una botella de agua en el pequeño espacio terraza. «Está pensado para que la gente que baja de los autobuses que paren allí puedan prepararse antes de iniciar la visita», indica el concejal de Patrimoni, Hermán Pinedo.

En este caso, el proyecto ya está redactado e inicialmente se pensó que las obras podrían arrancar la pasada primavera. No obstante, la actuación debe tener luz verde por parte de la Comissió de Patrimoni de la Generalitat, ya que todo lo que se hace cerca de la muralla necesita superar este trámite. «Cuando esté aprobado, tendrá que salir a licitación e iremos lo más rápido posible para poder empezar en otoño», indica el responsable municipal.

El tercer punto es la Antiga Audiència. Allí se ubicará la nova oficina de Turisme de la Generalitat, que compartirá el espacio de la entrada con el personal de atención al público del Patronat Municipal de Turisme del Ayuntamiento de Tarragona. Estos dejarán la sede actual, en las dependencias de la calle Major, donde había el antiguo Ayuntamiento, para situarse en esta puerta de entrada del turismo. «La idea es reformar la planta baja de la Antiga Audiència para que tengan más espacio», explica Pinedo. El personal de oficina del patronato, por su parte, se instalaría en las oficinas de Cultura, y el personal de Festes iría a la calle Major.

Unos cambios que están en el aire ya que se están estudiando las diferentes opciones, para ganar en eficiencia. No obstante, lo que ha quedado descartado es que las dependencias de Turisme se ubiquen en los bajos de la Casa Sefus, tal y como estaba previsto en el primer borrador que se redactó del proyecto.

Con este macroproyecto se pretende que «el turista que llega con el autobús se tome un agua y vaya al baño, entre por el Portal del Roser, vaya a las oficinas de la Antiga Audiència, donde le darán la información o preguntará, y siga con la Volta del Pallol, donde le explicarán qué es Tarraco y por qué es una ciudad Imperial. Después podrá iniciar la ruta por los monumentos de la ciudad, conociendo un poco más», relata Pinedo.

El plazo de ejecución culmina en octubre de 2022, después de que ya se solicitó una prórroga de un año, a causa de la ralentización en la redacción del proyecto que supuso la Covid. «Como mucho serán tres meses más, porque es el tiempo del estado de alarma», añade el concejal. A finales de año si no se ha acabado, el Ayuntamiento perderá los 300.000 euros que pone la Generalitat. De hecho, en 2017 Tarragona ya dejó perder una subvención de tres millones de euros para la rehabilitación de Ca l’Agapito, que era el proyecto estrella del Pla Integral de la Part Alta (PIPA).

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