Sigue el culebrón de La Sang. Mosén Josep Queraltó dimite como prefecto de la Reial i Venerable Congregació de la Puríssima Sang de Nostre Senyor Jesucrist de Tarragona, a menos de una semana para que se celebre un juicio en el cual está directamente implicado. Queraltó es prefecto de la congregación desde el año 2015, cuando sustituyó en el cargo al recientemente fallecido mosén Miquel Barbarà. El paso de Queraltó por La Sang ha estado envuelto de polémica en los últimos años.
El martes, el hasta ahora prefecto de la entidad mandó una carta anunciando su dimisión al arzobispo de Tarragona, Joan Planellas. Éste recibió la misiva el miércoles. Según ha podido saber el Diari, Queraltó ha comunicado al máximo representante de la iglesia en Tarragona que será prefecto de la congregación hasta el próximo martes 10 de diciembre, justo el día en que está previsto que se celebre el juicio sobre el caso de la propiedad de la Casa de la Sang, y en el que Queraltó tiene el papel de máximo representante de una de las congregaciones demandadas, La Sang. La otra entidad requerida es La Soledat.
El juicio se celebra a raíz de la demanda de un congregante de La Sang, quien asegura que la operación de cambio de nombre de la sede de la entidad –antes propiedad solo de La Sang y ahora compartida con La Soledat– no se habría realizado de forma correcta.
El juicio se celebrará el próximo martes en el juzgado número 8 de Tarragona y la sesión no contará con las declaraciones, ni de mosén Queraltó ni del congregante demandante, el exsubprefecto Josep Maria Fortuny. Solo se escucharán las versiones de cinco testigos y se analizarán las pruebas.
Después de las elecciones
Mosén Queraltó dimite a menos de una semana des de que la congregación escogiera nueva subprefecta de la entidad. El pasado viernes, Maria Grau fue elegida como número 2 de la entidad tras unas reñidas elecciones contra Ramón Mullerat. Algunas voces aseguran que Queraltó habría tomado la decisión definitiva de abandonar el cargo tras conocer el resultado de los comicios. Por todos es conocida la tensa relación que existe entre Grau y el religioso, después de que Grau dimitiera de la junta a finales del año pasado.
El decreto del arzobispo
La figura de prefecto de La Sang, a diferencia de los presidentes del resto de congregaciones de Tarragona, es escogida directamente por el arzobispo del momento y no por los socios de las cofradías.
La dimisión de Queraltó llega después del decreto que emitió el pasado mes de junio Planellas y que exigía a las congregaciones religiosas renovar los máximos responsables de las entidades en un plazo de seis meses, en el caso de que llevasen más de ocho años en el cargo. El decreto, que se ha estado revisando y ultimando detalles en las últimas semanas, está previsto que vea definitivamente la luz antes de la Navidad.
Fuentes del Arzobispado aseguran que Planellas ya está trabajando en encontrar un nuevo prefecto para La Sang y todo apunta a que el escogido será nombrado entre el martes y el miércoles de la semana que viene.