Este viernes a última hora de la tarde saltaba una nueva alerta por incidencia técnica en un convoy de Rodalies. Según explican algunos usuarios, el tren que realizaba el viaje entre Barcelona y Tortosa tuvo que ser cambiado en Sitges por una avería.
Como resultado, el viaje que debía realizar su última parada en Tortosa a las 23:39 anunciaba una nueva hora, las 01:50, lo cual supone un retraso de casi dos horas.
Así lo constatan algunos de los usuarios que han expresado sus quejas a través de las redes sociales, relatando que han tardado tres horas y media en llegar a Tarragona desde Barcelona, un trayecto que normalmente dura una hora y diez minutos.
Gran parte de este tiempo de demora lo habría pasado los usuarios dentro de los túneles del Garraf, esperando a que se solucionara la avería técnica.
Cabe destacar que este trayecto durante un viernes por la tarde es uno de los más solicitados. Como ejemplo, los usuarios que utilizaron el servicio de las 18 h de la tarde explican que los vagones eran cortos y estaban llenos a rebosar. Una imagen cada vez más habitual.
Tormenta perfecta
Esta incidencia llega en un contexto de tormenta perfecta en lo que se refiere al transporte ferroviario en la provincia de Tarragona. Por una parte, los usuarios se han puesto en pie de guerra contra el servicio a través de la plataforma Dignitat a les Vies.
Este movimiento colectivo pretende exigir una mejor movilidad ferroviaria en el territorio, alegando que en muchas ocasiones pone en riesgo puestos de trabajo.
Por otra parte, este fin de semana se esperan nuevos retrasos por las obras del nuevo ramal de acceso al Aeropuerto del Prat.
La mitad de las frecuencias de los regionales del territorio se desviarán por Vilafranca del Penedés después de su parada en Sant Vicenç de Calders, un hecho que incrementará el tiempo de recorrido entre 40 y 50 minutos. Con todo, el viaje entre Tarragona ciudad y Barcelona se puede prolongar hasta las dos horas.