Más de 200 vehículos aparcados en la vía pública han sido asaltados durante el último semestre en Tarragona después de que los autores rompan uno de los cristales para robar los efectos que había en el interior. El último episodio ocurrió en la madrugada de ayer en la calle Ernest Lluch, en la Vall de l’Arrabassada, donde ocho turismos fueron víctimas de los ladrones.
A las diez de la mañana de ayer, las personas que paseaban o corrían por el carril peatonal de la calle Ernest Lluch se fijaban de la gran cantidad de vehículos que tenían uno de los cristales rotos, siempre el de la parte derecha, la que no da al carril de circulación. El Diari pudo constatar a esta hora seis coches afectados, aunque en dos puntos de la zona había cristales en el suelo.
Todos los vehículos dañados se encontraban en el tramo comprendido entre las calles Bisbe Antoni Deig y Ramon Salas i Ricomà. De los seis que había, cuatro tenían el cristal del triángulo de detrás roto, uno el de delante y otro totalmente la ventanilla del acompañante. Cuatro de los turismos tenían matrícula española, uno andorrana y otro francesa.
Los ladrones suelen elegir los vehículos en cuyo interior hay objetos a simple vistaLos turismos eran de diferentes marcas y modelos: BMW 216d, BMW 118d, Citroën C4, Audi A5, Volkswagen Golf y Subaru Outback. Uno de los vehículos tenía el capó del motor entreabierto. Hasta las ocho de la tarde, los Mossos d’Esquadra habían recibido dos denuncias de los afectados.
No es la primera vez que se producen este tipo de robos en dicha calle, muy poco transitada y en la que sólo hay viviendas –muy pocas– a un lado, mientras que en el otro está la vía del tren. En la madrugada del pasado viernes, en al ciudad de Tarragona aparecieron unos 40 coches asaltados. Algunos de ellos estaban precisamente en la calle Ernest Lluch.
Por toda la ciudad
Durante los últimos meses, los robos por este método –rotura del cristal– se han extendido por toda la ciudad. Sin embargo, donde se han concentrado principalmente –prácticamente la mitad– es en la Part Baixa. Los cuerpos policiales han detenido en numerosas ocasiones a un hombre de 42 años como sospechoso de la mayoría de estos robos. Incluso estuvo aproximadamente un mes en prisión preventiva.
Pero este vecino de la Part Baixa no sería el único que se ha dedicado a este tipo de hechos delictivos. Los cuerpos policiales sospechan que detrás de buena parte de los otros robos está un ciudadano magrebí, que estaría actuando alrededor del Camp de Mart. Esta zona, desde hace un mes, ha visto también un importante incremento de robos.
Los ladrones suelen actuar en zonas con poco tráfico de vehículos y personas. Y si hay escasa iluminación, mejor. Muchas veces, si sólo hay daños materiales y es el cristal –sin que se hayan llevado nada–, la víctima no acude a denunciar porque el seguro le cubre los desperfectos en el vehículo.
La Junta Local de Seguretat de principios de año ya constató que desde el 2016 el robo en interior de vehículos es un delito que ha ido aumentado con el paso del tiempo. El año pasado se presentaron 1.400 denuncias sólo en la ciudad de Tarragona.
Si bien antes los ladrones se dedicaban a forzar las puertas, ahora se inclinan por romper uno de los cristales. El botín es muy escaso y normalmente actúan cuando ven desde el exterior que hay algún objeto a simple vista