Marina Mosquera Martínez es la nueva directora del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES). Investigadora y profesora de la Universitat Rovira i Virgili (URV), esta arqueóloga vio nacer el instituto que ahora dirige y formó parte de los profesionales que hicieron posible, no solo su creación, sino que se convirtiera en un referente mundial en evolución humana. La Dra. Mosquera es la tercera directora del instituto, tras Eudald Carbonell y Robert Sala.
Ha recorrido todo el camino, desde abajo hasta lo más alto del IPHES-CERCA.
Efectivamente, es un centro que considero mío. Cada uno lo consideramos nuestro porque lo hemos creado desde abajo con todo el sudor de nuestra frente y todo el cariño. Son fases de la vida y estoy muy ilusionada, contentísima.
La primera mujer al frente. Una visión femenina no va mal...
Va muy bien. Además, solo somos seis las mujeres directoras de los centros CERCA, de los 41 que hay en toda Catalunya. En el IPHES-CERCA formo equipo con la Dra. Isabel Cáceres, la responsable de investigación, y desde el primer momento abrimos todos los melones para tener un contexto, una idea clara de todo.
«Mi intención es crear una buena infraestructura cibernética para el IPHES, innovadora y sostenible»
¿Qué queda por hacer? El instituto es un referente mundial.
A lo largo de todo este tiempo y de las otras direcciones hemos alcanzado un nivel de calidad y de excelencia de investigación internacional que debe continuar. Esa es la prioridad número uno. Es un reto que debemos mantener y, a ser posible, incrementar. Por otra parte, quiero reforzar el IPHES en el territorio, donde lideramos muchas investigaciones. Por ejemplo, tenemos el Espai Mamut, en La Canonja, que se inaugurará próximamente, relacionado con el yacimiento de La Boella. Entonces, una de mis grandes prioridades es profundizar más en el territorio, tanto a nivel de investigación como de transferencia de conocimiento y devolver a la sociedad, a la internacional y a la local, toda la inversión que hace en nuestras investigaciones.
Una madrileña defendiendo el territorio.
Soy una persona razonable. En relación con el idioma, cuando me llamó Eudald Carbonell, lo primero que hice al llegar aquí fue matricularme en la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) para obtener el C de catalán. Pensé que si yo tenía derecho a hablar en mi lengua materna, los estudiantes también, ya que estaban en su casa.
Cuando habla de transferencia de conocimiento, entiendo que continuarán divulgando.
Sí. La socialización también es uno de nuestros pilares. Que la población pueda tener un escaparate de la investigación que se está realizando desde aquí, como es el caso de la Cova de l’Espluga de Francolí. Y se están iniciando planes para hacer centros de interpretación de la Cova de la Vila en La Febró. Asimismo, quiero darle más visibilidad al proyecto de Atapuerca, en Burgos, porque, en general, la población desconoce que un tercio se dirige e investiga desde el IPHES. Atapuerca es el origen de toda la investigación y de la institución que tenemos.
¿Siente nostalgia de aquellos inicios con Eudald Carbonell y el resto del equipo?
Un poco sí. Atapuerca es mi caramelito. De hecho, soy la investigadora principal (IP) de la parte del proyecto con Eudald, que ya se ha jubilado, lo que no quiere decir que no esté en las excavaciones. Esto es una gran familia, en la que hay que respetar, cuidar y mimar a todos los miembros. Con Eudald trabajamos juntos allí desde 1987. Atapuerca es la niña de mis ojos, me he criado ahí, como quien dice.
La excelencia en investigación es un reto que debemos mantener y, a ser posible, incrementar
Usted es profesora de la URV. ¿Qué papel juegan las nuevas generaciones en el futuro del instituto?
Son fundamentales. Son cantera de investigación y de transferencia de socialización. Por una parte, tenemos la vertiente académica unida a la URV, pero por otra, el propio IPHES por sí solo es como una escuela de entrenamiento, de formación de investigación en evolución humana. Eso es fundamental.
¿Cómo les afectan los conflictos armados actuales?
Tenemos un proyecto en Armenia, pero no se ha podido ir a excavar a causa del problema del Nagorno Karabaj. También colaboraciones con Israel que están en stand by.
¿Ha pensado en desarrollar algún eje bajo su mandato?
Mi intención es crear una buena infraestructura cibernética para el IPHES porque trabajamos con millones de datos y en estos momentos no disponemos de una adecuada capacidad de gestión y dirigirnos al Open Access, como debe ser. Con la futura infraestructura, la sala donde se encuentran las máquinas tiene que estar refrigerada y mi idea es buscar métodos distintos del agua, por la sequía que padecemos. Queremos trabajar en esa línea innovadora de sostenibilidad, es una prioridad.