«Me siento muy libre y soy muy feliz creando música», decía María Parra en una conversación con este periódico el pasado agosto. Una faceta, la de compositora, que no ha pasado desapercibida en la industria musical. Ahora, ocho meses después de aquella entrevista y en plena crisis internacional, la pianista e intérprete tarraconense ha firmado un contrato de colaboración con la compañía discográfica Warner Music Spain que compromete a ambas partes para los próximos años. Al mismo tiempo ha firmado otro contrato de editorial con Warner Chappell Music Spain, quienes se encargarán de velar por sus derechos de autora.
«El acuerdo fue anterior a la llegada del coronavirus», cuenta la artista. «En un principio, la salida del disco físico estaba prevista para el 15 de mayo, con una presentación por todo lo alto en Madrid el día 19», acorde a la noticia. Por supuesto, la pandemia de la Covid-19 ha obligado a cambiar de estrategia. «Hemos querido ser cautos y se ha trazado un calendario que vamos a respetar», comenta.
Vision es el tercer disco de la tarraconense, el primero con composiciones propias, un trabajo que se lanzará el próximo 3 de julio en plataformas digitales y que habrá que esperar hasta septiembre para adquirirlo en formato físico.
Sin embargo, para abrir boca, la próxima semana, el día 13 de mayo, María estrenará en YouTube y Spotify el single y vídeoclip Light at the end of the tunnel (Luz al final del túnel) que no está incluido en Vision. Y el 17 de mayo (19 horas), la artista ofrecerá un concierto en directo desde su casa con parte de Vision, que podrá seguirse a través de sus cuentas personales de Instagram y Facebook, así como en las redes sociales de Warner Music Spain.
Luz al final del túnel es un tema fruto de las emociones vividas por la pianista en plena pandemia en Madrid, donde reside, una composición que, como afirma Warner, «expresa la esperanza de retomar la vida con otra visión más consciente tras el confinamiento. Que la reconstrucción sea para mejor dependerá de nosotros mismos».
El 17 de mayo (19 h), concierto en directo desde su casa con parte de ‘Vision’. Se podrá seguir en sus redes sociales y en las de WarnerSin embargo, no le fue fácil trabajar durante los días más duros de la crisis sanitaria. «Se me cayó el mundo a los pies», revela. «Ya confinada hice un primer concierto el 22 de marzo para aportar al público en sus casas y también para tener una sensación de normalidad y me propuse componer desaforadamente como lo he ido haciendo en el último año y medio. Y no pude».
De buenas a primeras, la artista se vio incapaz. «Me di cuenta de que crear necesita un estado de mucha alegría interior, de mucha armonía, no deja de ser una entrega. Entonces, si te estás empapando de dolor, es muy difícil. En mi caso no era miedo, pero notaba muchísimo dolor y muchísimo sufrimiento».
Poco a poco, sin embargo, María también vio un poco la luz al final de ese túnel y se permitió ponerse a trabajar. «Compuse un tema que se llama Confinados-confiados y también Empty Streets (Calles vacías) porque veías Nueva York, Barcelona, Madrid... Las calles de todas partes vacías. Pasada Semana Santa, cuando la gente empezó a volver a salir para ir a trabajar llegó Light at the end of the tunnel. Cuando lo expliqué a Warner les encantó y decidieron lanzarlo como single, ya que el disco estaba cerrado», señala.
Como ocurre siempre en estas situaciones, detrás de un contrato de este tipo hay un arduo trabajo. Y el caso de la tarraconense no es una excepción. Así, María Parra explica el camino, no siempre plácido, hasta el punto actual.
Proceso lento pero ascendente
¿Cómo ha llegado hasta aquí? «Ha sido un proceso lento pero ascendente», responde la artista. Una mezcla de experiencia e inquietudes, tanto profesionales como personales.
El 13 de mayo se estrena el videoclip ‘Light at the end of the tunnel’ y el 3 de julio, el disco en digital«Se supone que yo siempre he sido una pianista con carrera en el ámbito clásico, al margen de que en Tarragona se me conozca como gestora del Bouquet Festival. Pero incluso de adolescente, siempre me picó el gusanillo de las otras músicas que evidentemente escuchas, empezando por los Beatles, Dire Straits, Genesis, The Police, Pink Floyd... Todo lo que yo he ido escuchando a lo largo de mi vida.
Y con 16 años empecé a necesitar saber de otras cosas, además del clásico», recuerda. Así las cosas, pasó por el Taller de Músics de Barcelona, viajó a Nueva York y París, siempre aprendiendo, desde el mundo de la clásica pero al mismo tiempo improvisando y componiendo. «Poco a poco, en mis conciertos de clásica iba introduciendo mis creaciones en los bises, pero muy tímidamente porque en el ámbito clásico todo se va asimilando muy lentamente por lo que enseguida cualquier cosa se sale de lo estipulado. Yo sabía que lo que componía no se iba a considerar música contemporánea en el ámbito clásico. Pero entonces, ¿qué nombre tenía? ¿Cómo lo podía llamar?», se preguntaba la pianista.
La respuesta a sus temores la fue encontrando en el feedback con su propio público para finalmente ofrecer conciertos únicamente con su repertorio. En palabras de Warner, «Vision es un repaso a su propia existencia, que cuaja musicalmente añadiendo con naturalidad asombrosa jazz, flamenco, celta, pop y folk, al sustrato clásico sobre el que ha formado su carrera. Ese piano de sensibilidad femenina crea una sonoridad nueva, con ecos reconocibles, y plantea una forma distinta y emocionante de ver la música clásica. A través de su visión, María Parra se cuenta a sí misma».