La Generalitat de Catalunya ha autorizado definitivamente la instalación de las cámaras de videovigilancia de la Part Alta, después de obligar al Ayuntamiento a modificar el proyecto inicial. De esta manera, la colocación de estos dispositivos será una realidad antes de terminar este año, cosa que los vecinos de la Part Alta celebran. El objetivo es poner fin a la inseguridad en algunas calles del casco antiguo de la ciudad.
En mayo de 2023, el Consistorio adjudicaba el contrato para la instalación de las 28 cámaras de la Part Alta a la empresa Alphanet Security Sistems SL, por un coste total de 120.000 euros. Pero más de un año después, todavía no estaban colocadas.
El motivo es que la Generalitat de Catalunya, a través de la Comissió Territorial del Patrimoni Cultural de Tarragona, frenó esta intervención porque, según explicaban, las cámaras era demasiado grandes. Por ello, el ente autonómico requirió al Ayuntamiento cambiar los dispositivos por otros de más pequeños.
Algunos de los argumentos que utilizaba la Generalitat es que la Part Alta está protegida a nivel patrimonial por el gran número de edificios históricos que hay y que, por lo tanto, las cámaras debían estar integradas en el lugar y no contaminar visualmente el entorno.
Esta actuación, prevista para los próximos meses, pretende mejorar la seguridad en la Part Alta, generando un efecto disuasorio que ayudará a reducir los delitos y, sobretodo, los actos vandálicos.
Cabe recordar que estas cámaras estarán instaladas en edificios o equipamientos municipales, para poder aprovechar así la conexión a Internet.