Hace ya meses que muchos de los usuarios de las instalaciones deportivas municipales del Serrallo han mostrado su descontento con el estado actual del centro. Entre las problemáticas expuestas, la más repetida es, sin duda, la falta de oferta en clases y actividades dirigidas. Los usuarios aseguran que el número de sesiones semanales y plazas disponibles no se corresponde con la elevada demanda. Incluso, los afectados presentaron en el mes de octubre una queja formal al Patronat Municipal d’Esports (PMET) y al Síndic de Greuges. Desde el PMET afirman haber dado respuesta a las reclamaciones y trabajar en soluciones. Sin embargo, diversos usuarios valoran que «en la práctica no se ha percibido ningún cambio».
Desde inicios de este curso, el enfado en las piscinas del Serrallo ha sido perceptible a causa del supuesto desequilibrio entre oferta y demanda de las actividades. Como explica la usuaria Ana Pacheco, impulsora de la denuncia, hay «bofetadas» para apuntarse a las clases. En muchas ocasiones, más de la mitad de la gente se queda sin plaza, hecho que arrastra un malestar constante que, según afirma, afecta también a personal del recinto y monitores de las actividades. «He llegado a estar dos meses sin conseguir reservar plaza para zumba», narra una vecina. Las clases más señaladas son las de zumba y pilates que, según las cifras ofrecidas por el PMET, han registrado una media de casi el 100% de ocupación el pasado mes de enero.
Pese a que hace meses, con la implementación de una aplicación renovada, el sistema de reservas es mucho más ágil y se puede guardar plaza hasta 72 horas antes en el pasado, se debía reservar media hora antes de forma presencial, los usuarios afirman que no es raro que la plataforma colapse, pues decenas de personas se conectan a la vez para garantizarse su plaza (muchas veces sin éxito). «Me he tenido que poner alarmas de madrugada para poder reservar la clase», cuenta indignada una usuaria.
Por su parte, desde el Patronat defienden que ya se dio respuesta a las quejas presentadas en octubre y que, hasta hoy, no han vuelto a recibir más protestas. Sobre la falta de oferta, aseguran que «hasta este año nunca antes ha habido problemas con el volumen de actividades, el horario es el mismo que el curso pasado y se ajusta a la disponibilidad de personal, espaciotemporal y a las necesidades existentes en cada centro». Asimismo, confirman que «siempre se da respuesta a las sugerencias» y por ello, desde octubre han estado valorando y trabajando en la ampliación de las clases según las cifras de demanda.
Tres horas semanales más
A partir de la semana que viene habrá tres horas más de actividades en las instalaciones del Serrallo: dos de tonificación y una de zumba. El hecho de ampliar el horario en medio de la temporada ha sido definido como «extraordinario» por el Patronat y que debería «satisfacer la demanda creciente». Además, desde el PMET aseguran que han trabajado para «subsanar las deficiencias en la aplicación y el sistema de reservas». Pronto se estrenará un sistema de reservas presenciales eficaz para aquellos que no puedan usar la app. Pacheco, entre otras usuarias, manifiesta que dicha ampliación no consta formalmente en ningún lugar; incluso llegan a poner en duda la veracidad. No obstante, apunta que añadir solo tres horas es «insuficiente».
El PMET pide paciencia: «Estamos trabajando para modificar y ampliar horarios y actividades de cara al próximo curso. No es un proceso inmediato, es inviable cambiar todo en plena temporada». Desde la administración también esgrimen que los usuarios de las instalaciones del Serrallo pueden ir a cualquier otro centro municipal (y apuntarse a las actividades) y que en el resto de espacios «hay una gran satisfacción entre la ciudadanía». Sin embargo, muchos usuarios consideran que este argumento no plantea ninguna solución: «No es normal que si vivimos en el centro debamos desplazarnos a Camp Clar para hacer deporte, ni que los vecinos de Sant Pere i Sant Pau tengan que venir al Serrallo».
Ana Pacheco expone que la indignación generalizada no solo se basa en los horarios de las clases. Varios usuarios cuentan que el mobiliario del gimnasio es deficiente, las máquinas tardan meses en repararse y las saunas suelen estar inoperativas. «Se nota la dejadez de las instalaciones y el desinterés del Patronat», manifiestan. Pacheco denuncia que todo ello es un «problema intrínseco» de Tarragona y que «es vergonzoso que solo haya un centro deportivo municipal en el centro de la ciudad y no esté en condiciones. Aquí viene gente de toda la ciudad y la piscina del Serrallo se ha quedado pequeña».
Los usuarios del centro dejan un mensaje para el PMET: «Les invitamos a ponerse las mallas y que vean cómo es realmente la situación». Pacheco advierte que si no hay mejoría y cambios reales pronto, tomarán medidas, volverán a presentar una queja formal y se citarán con el concejal de Esports.