Un jubilado cobra, de media, 350 euros más que un joven en Tarragona. La paga media de jubilación se situó a finales del año pasado en 1.150 euros en la provincia, según los datos de la Seguridad Social. En el otro lado, la estadística de la Agencia Tributaria relativa a 2021 expone que los jóvenes de hasta 35 años ingresaron en Tarragona una media de 9.543 euros al año, lo que dividido por 12 pagas hace un total de 795 euros al mes. La diferencia de ambas percepciones en ese mismo momento se sitúa en esos 350 euros de media, un desequilibrio que ilustra una brecha generacional creciente. El desajuste afecta sobre todo a la franja de 18 a 25 años, ya que a medida que esos jóvenes van creciendo los sueldos también mejoran.
Los jóvenes de hasta 35 años ingresaron una media de 9.543 euros al año en 2021
Pero, en cualquier caso, la dinámica de desfase va a más: mientras las pensiones se van a revalorizar, acorde a la inflación, en un 8,5%, los sueldos, mucho menos los de los jóvenes, no crecen a la misma velocidad. Hay que recordar que todos los sueldos bajo convenio han subido en Tarragona un 1,78% en lo que va de 2022. Es un porcentaje que queda muy lejos del IPC y también de ese alza prevista de las pensiones para 2023. Pero aún es más clara la tendencia si se hace un análisis con más perspectiva. En una década, la que va de 2011 a 2021, el salario medio de la franja de 26 a 35 años en Tarragona ha crecido un 11%. En ese mismo tiempo, la pensión media ha pasado de 776 a 1.010 euros, un 30% más, casi el triple. La de jubilación tiene un incremento similar, del 32%. Por tanto, las pensiones han subido el triple que las retribuciones en este último decenio en la provincia.
El alza prevista situará la jubilación media en 1.316 euros. El salario juvenil fue de 795 euros en 2021
Antoni Cunyat, profesor colaborador de los estudios de Economía y Empresa de la UOC, sostiene que «la subida de las pensiones indiscriminada creo que es incorrecta, tiene sentido en aquellas más bajas, que son las que más sufren los efectos de la inflación. Ponemos por ejemplo a una viuda que cobra 500 euros o a algunos que puedan percibir 400. Pero en cuanto a pensiones altas no tiene sentido gastar estos recursos públicos para actualizar pensiones que en sí ya son elevadas».
«Se penaliza a los jóvenes»
Cunyat recalca que «se crea una gran diferencia entre los pensionistas y la mayoría de asalariados que no han visto aumentar su sueldo con la inflación», y pone un ejemplo: «Se está penalizando a los jóvenes, que son los que tienen siempre los salarios más bajos. Imaginemos un chaval que cobra 800 o 900 euros y no ve actualizado su salario con el IPC. En cambio, alguien jubilado que percibe unos 2.000 verá subir en 2023 un 8,5% su paga».
Cunyat sostiene que «son recursos públicos que podrían tener un mejor uso» y apunta al origen: «El problema está en el Pacto de Toledo. Las pensiones se ajustan al IPC para sacarlas del debate político. Eso está bien pero tampoco es palabra de ley, es decir, las circunstancias son diferentes ahora. Esta coyuntura del 8,5% se traduce en mucho dinero».
También hay desajustes en las pensiones: las de viudedad no llegan a los 800 euros
Ese alza prevista colocará la pensión media en Tarragona en 1.156 euros en 2023 y la de jubilación en 1.316, una cifra esta última que iguala, pero en bruto, a lo que cobran los jóvenes de 26 a 35 años, según la estadística de la Agencia Tributaria de 2021. La desigualdad se produce sobre todo con los más jóvenes, de 18 a 25 años, que se quedan muy rezagados en relación a las personas que ya han dejado de trabajar.
A pesar de que los jubilados también puedan perder poder adquisitivo por la inflación, como ya sucedió en la anterior crisis, la pensión puede erigirse en un salvavidas para las familias frente a la precariedad del mercado laboral, que afecta especialmente a los más jóvenes.
Pero el problema va más allá de ese desfase, hasta convertirse en sistémico. Un informe reciente de la Cambra de Comerç de Barcelona constata que la diferencia entre el salario de los jóvenes y los séniors crece más allá de los ciclos económicos de crisis o progreso y amenaza la sostenibilidad del sistema de pensiones.
«La subida indiscriminada a todas las pensiones es incorrecta. Solo debería hacerse con las más bajas», indica Antoni Cunyat, profesor de Economía en la UOC
«Cada vez hay menos jóvenes y más pensionistas. La generación del baby boom en nada comenzará a jubilarse. Tenemos una pirámide invertida. Las pensiones se pagan con los trabajadores que ahora están en activo. Si cada vez hay más pensionistas y menos trabajadores, hay menos empleados para pagar», agrega Cunyat, que apunta a un debate que, en el fondo, es político: «Cada pensionista es un voto y nadie, ningún partido quiere tocar ahí. El apoyo a la natalidad, por ejemplo, no existe, no se está avanzando ahí, porque los más pequeños no votan».
«Hay pensiones de 400 euros»
El sector de los pensionistas en Tarragona, la marea que lleva tiempo saliendo a la calle, defiende que esas subida amoldada a los precios es más que justa, como indica Victoria Muñiz: «Es lo más justo porque las pensiones no se estaban subiendo lo que se tenían que subir. Es lo que nos corresponde. Hablamos de que hay pensionistas que viven con 400 euros, las pensiones son del pueblo, y ahí se incluye también la viudedad, la invalidez... Es solo una parte de lo que mucha gente ha ganado y cotizado. Sí, en algunos casos son cifras altas, ¿pero cuánto han estado pagando durante tantos años».
«Las pensiones suben lo que corresponde. Los jóvenes también tienen que luchar por ellas para mañana», sostiene Victoria Muñiz, coordinadora de Pensiones con dignidad en Tarragona
Se impone la sensación de que el colectivo de jubilados ha sabido proteger las pensiones. «No nos pueden echar a la juventud en contra. Yo se lo he comentado a ellos: lo que tienen que hacer es estar también ahí ellos, nosotros nos hemos movido y hemos conseguido mucho. Estamos todos en el mismo barco frente a los políticos que no cumplen. La juventud tiene que exigir también por su trabajo, no a costa de los pensionista, sino por ellos», explica Muñiz, que agrega: «Si los jubilados hemos sabido proteger las pensiones, los jóvenes tienen que hacer eso con sus sueldos». La pensión media de viudedad no llega en Tarragona a los 800 euros y la de orfandad es de 402.
La subida del salario mínimo
La propia Victoria, coordinadora del movimiento Pensiones con dignidad, ve en su casa los desequilibrios del sistema. «Gente muy allegada, con una buena formación, no puede tener acceso a un buen trabajo», indica. «Tenemos un problema con la gente joven», reconoce Mercè Puig, secretaria general de CCOO en Tarragona. Para Puig, «la brecha existe y nos preocupa que se agrande, pero subir las pensiones es algo necesario».
«Subir las pensiones es necesario pero nos preocupa que se agrande la brecha», lamenta Mercè Puig, secretaria general de CCOO en Tarragona
Joan Llort, su homólogo en UGT, explica que «más del 70% de las pensiones no llegan ni a mil euros, y a la vez hay que tener en cuenta que hay una diferencia entre hombres y mujeres, ya que ellas cobran un 25% menos».
Asimismo, también reivindica la lucha por «subir el SMI a los 1.100 euros» y por, igual que sucede con las pensiones, incorporar subidas salariales cuando el IPC se desboca, como está siendo el caso este año. «Estamos negociando convenios y en más de un 60% incluimos la cláusula de revisión salarial, que hasta ahora no estaba en muchos casos. De esa manera conseguimos ligar los incrementos al IPC o se acercan mucho a eso, de manera que el trabajador no pierde poder adquisitivo, o no pierde tanto», aclara Llort.