La Empresa Municipal de Transports de Tarragona (EMT) ha sacado a licitación un contrato para seleccionar una entidad financiera que pueda abastecerles el servicio de cobro con tarjeta en todos sus puntos de venta. La principal novedad de esta iniciativa es la inclusión del pago a bordo de los autobuses, un servicio no comprendido hasta ahora.
El objetivo que persigue esta licitación es el de reducir el pago en efectivo por sus beneficios en salud pública, reducción de costos significativos y un aumento de la velocidad comercial.
Esta novedad responde también a una reivindicación ciudadana que se ha arrastrado demasiado tiempo. En la ciudad vecina, Reus, el método se implantó en junio del 2020, en plena pandemia, mientras que aquí se mantuvo el pago en metálico para los billetes sencillos, sin ninguna otra alternativa sin contacto.
De los diferentes métodos que se podrían haber escogido, la empresa pública parece haberse decantado finalmente por los tradicionales datáfonos, que irán integrados a la cabina del conductor. La instalación de los dispositivos correrá a cargo de la EMT, quien tendrá en cuenta que puedan estar fijados a la cabina, con alimentación continua y medidas anti vandálicas, si es posible.
En el contrato se especifica también que los datáfonos deberán ser contcactless, ofreciendo también la posibilidad de pagar con dispositivos móviles o relojes inteligentes, a través de aplicaciones como Google Pay o Apple Pay.
Sonia Orts, presidenta de la empresa de transportes, asegura que esta medida conseguirá «mejorar la accesibilidad al transporte público de la ciudad y la experiencia de las personas usuarias».
La empresa trabaja con el calendario de poder poner en marcha la medida durante el 2024, la cual se aplicará a los 76 autobuses urbanos que hay en funcionamiento en la ciudad.
Reivindicación laboral
Esta medida responde también con retraso a un requerimiento sindical que realizó el comité de empresa durante el 2021 a la EMT. En su momento, la empresa buscó diversas opciones que nunca llegaron a ser implementadas, descartando inicialmente los datáfonos. Ahora, aseguran que el método requerirá el mismo proceso que el pago en metálico para los conductores.
La medida afectará principalmente a los billetes sencillos, con un coste de 1,60 €, aunque también se podrán recargar las tarjetas de diferentes importes. Los abonos multiviaje se deberán seguir adquiriendo en los puntos establecidos.
La licitación contempla también la adquisición de 8 terminales para las oficinas y 7 para los párquings municipales, todos bajo la misma entidad bancaria. El presupuesto base es de 132.000 € sin IVA con una duración de tres años.