Las capturas no acaban con la proliferación de palomas en TGN

El año pasado se aprehendieron en la ciudad unos 10.700 animales, a los que hay que sumar los 15.000 del Port de Tarragona. Los vecinos se quejan, no obstante, de una plaga

01 julio 2018 08:03 | Actualizado a 02 julio 2018 17:19
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No puedo abrir del todo las ventanas, sólo con las persianas bajadas. La última vez que se me ocurrió dejar la ventana de una habitación abierta la encontré llena de excrementos y plumas cuando regresé a casa. Pensé que sólo podía pasar una vez, pero no, al día siguiente me ocurrió lo mismo...

Tengo que limpiar continuamente el balcón y las ventanas, y ya no tengo ni flores porque las palomas crían en las macetas por lo menos 3 o 4 veces al año. Además, con lo corrosivo de los excrementos, se me secan».

Quien habla es Neus Roca, vecina de la calle Ventallols de la Part Alta. Sufre la desdicha de vivir frente a una finca deshabitada y nos enseña las fotos del edificio: a pesar de estar tapiado y de que en las barandas de la terraza hay las características púas antipalomas, los animales campan a sus anchas y dejan una capa de excrementos de varios centímetros.

Es el pan nuestro de cada  día, confirma el dueño de un local en la calle Granada. «Cada finca abandonada es un nido perfecto», afirma. Entendemos por qué lo dice; en la fachada del edificio vacío del frente contamos 15 palomas (dos de ellas atrapadas en la malla que protege la fachada). 

Pero esta no es, ni mucho menos, la única zona afectada; basta un paseo por la Part Baixa o el centro para descubrir que la situación se repite.

Capturas todo el año

No obstante, y pese a las quejas vecinales, Ivana Martínez, concejal de Neteja, explica que ni el consistorio ni Sedesa, la empresa contratada por el ayuntamiento para el control de la población de palomas, han recibido más quejas que otros años ni tienen la percepción de que el problema haya ido a más. 

Apunta la concejal que actualmente hay un impasse, porque ha acabado el contrato con la empresa y, con la nueva ley estatal, el proceso burocrático es más engorroso. No obstante, asegura, eso no impide que sigan prestando el servicio como hasta ahora.

En total el año pasado se capturaron 10.693 palomas en las 36 jaulas instaladas por la ciudad  (13 en la zona centro, 14 en la Part Baixa, 6 en la Part Alta y 3 en los barros fuera del centro). Serían casi 4.000 capturas menos que las registradas el año anterior, según datos ya publicados por el Diari.

El mayor número de capturas se produjo en la Part Baixa (3.670), seguidas de la Zona Centro (3.547) y la Part Alta (2.433). Los meses de más capturas fueron mayo, junio y julio.

En lo que se refiere a este año, en los primeros tres meses se habían capturado 2.160.

Las jaulas se van cambiando de localización para que las palomas no se acostumbren y también se mueven a petición de los vecinos que notan presencia excesiva de animales. «Las palomas son muy inteligentes, en la Tabacalera colocamos unas mallas especiales y la agujerearon para volverse a meter», apunta Martínez.

Más del 80% de las palomas suele estar afectada por alguna enfermedad, así que son sacrificadas con gas. Si hay palomas identificadas se regresan a sus dueños. Además de las jaulas se hacen capturas masivas con redes en zonas donde se detecta mucha presencia. Igualmente funciona el palomar en la zona de la Tabacalera donde se pinchan los huevos para que no nazcan.

Reconoce Martínez que la presencia de grano en el Port de Tarragona es una de las cosas que más atrae a estas aves, aunque en ese sentido destaca la colaboración que están teniendo de la entidad. «Vamos mano a mano», asegura.

El grano del Port las atrae

Desde la Autoridad Portuaria reconocen que «las palomas son responsables de una gran variedad de problemas ambientales, entre los cuales se incluyen problemas higiénicosanitarios, de degradación de los edificios y de seguridad alimentaria».

Es por eso que entre las medidas que toman se encuentra la eliminación de espacios y accesos a las áreas propicias para nidificar.

También hacen hincapié en la limpieza diaria de residuos alimentarios y tienen convenios de buenas prácticas con las empresas estibadoras para erradicar las palomas en las naves de almacenamiento de granos. Para ello usan redes sobre toda la cubierta y plásticos en las puertas.

Además, dentro del dominio público portuario también se hacen capturas selectivas «hasta llegar a un nivel de tolerancia aceptable. Actualmente se capturan aproximadamente unos 15.000 ejemplares en función de la oscilación de la población, que son sacrificados sin sufrimiento y bajo el estricto cumplimiento de la normativa vigente en referencia a la protección de los animales».

Recuerdan que el Port, por el enorme tráfico de grano, es polo de atracción de palomas no sólo de Tarragona, sino de poblaciones vecinas como Reus y Vila-seca.

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