Este año la Festa Gitana de Tarragona tendrá que esperar unas semanas más de lo normal. La tradicional celebración del Cós del Bou se ha festejado siempre un fin de semana después de Sant Magí, encarando ya la recta final del mes de agosto. Sin embargo, la duodécima edición se llevará a cabo el sábado 30 de septiembre, después del fin de las fiestas de Santa Tecla. Aproximadamente un mes más tarde de lo normal.
Son dos los motivos principales por los cuales la Asociación Gitana de Tarragona ha decidido llevar a cabo este cambio. En primer lugar, el cambio de gobierno municipal ha supuesto la demora de la partida económica que reciben para poder celebrar su tradicional fiesta. «No ha habido mala relación con el actual equipo del Ayuntamiento, pero los cambios ya sabemos qué comportan», explica Antonio Gutiérrez, el actual presidente de la Asociación Gitana de la ciudad.
Y, en segundo lugar, por una cuestión de respeto. Hace unas semanas falleció una persona muy querida por la comunidad gitana de la Part Alta y han aprovechado este cambio para alargar el duelo. «Es un signo de respeto hacia una persona que queríamos mucho y la familia se lo merece», expresa Gutiérrez en nombre de toda la comunidad.
La Fiesta Gitana se celebraba siempre el fin de semana posterior al cierre de las fiestas de Sant Magí. Significaba la culminación del mes de agosto con una jornada de fiesta y reivindicación de una cultura con una larga historia en la Part Alta y, en general, en toda la ciudad. «Estos cambios nos han venido bien para preparar mejor la jornada. Estamos contentos porque después de Santa Tecla podremos tener un día de fiesta y seguir celebrando», declaró del presidente de la Asociación.
«Una fiesta para todos»
Uno de los grandes atributos de esta celebración es el espíritu de inclusión que tienen sus organizadores. «Queremos que sea una fiesta para todos y cualquier persona que se acerque al Cós del Bou estará invitada». De esta forma describe Antonio Gutiérrez la fiesta. Es por este motivo que, entre los actos que se llevarán a cabo, siempre hay cabida para el desayuno popular, así como la comida de hermandad.
La Fiesta Gitana de Tarragona también sirve como un punto de encuentro para familias que, por diversos motivos, no pueden verse durante el resto del año. Aprovechan la Fiesta Gitana para acercarse a la ciudad y reencontrarse con sus allegados. «Viene gente de Reus, Cambrils, Lleida, Perpinyà... Son amigos o familiares que viven lejos pero nos visitan para celebrar con nosotros la fiesta».
Todavía es pronto para presentar el programa completo de actos, pero Gutiérrez se atrevió a destacar algunos de los más relevantes: las comidas populares, la tradicional partida de cartas y, sobre todo, la rumba. La música siempre juega un papel fundamental en cualquier fiesta, pero en el caso de los gitanos este estilo musical no puede faltar.
En conclusión, Tarragona tendrá que esperar unas semanas más para ver cómo el Cós del Bou se llena de gente y reivindica la cultura gitana con actos para todo el mundo. «Queremos compartir la alegría». De esta forma expone Antonio Gutiérrez el principal objetivo de la fiesta, que servirá para poner punto y final a un mes de septiembre que ya habrá dado por finalizado las fiestas de Santa Tecla.