La restauración y conservación de tres de las cuatro fachadas de la Torre del Pretori, uno de los monumentos insigne de la Part Alta de Tarragona llegan a su ecuador.
Este jueves, el concejal de Patrimoni, Nacho García, acompañado del arquitecto y arqueóloga municipal, han hecho una visita de obras para conocer su evolución y explicar el estado del monumento que tiene su origen en la época romana de la ciudad, hace dos milenios, y que ha ido adaptándose a los tiempos con modificaciones hasta el siglo XX.
El monumento estaba en un estado de degradación importante y que requería una intervención urgente para frenar los daños provocados por las inclemencias del tiempo, pero sobre todo por la corrosión causada por los excrementos de paloma, uno de los peligros permanentes de la ‘salud’ de la torre.
Actualmente, dos de las tres fachadas están en proceso de restauración y la que queda (la que da a la Plaça del Rei) se iniciará en breve con la colocación de los andamios correspondientes.
En las actuaciones iniciadas en septiembre se ha limpiado la piedra de plantas, líquenes, hongos y excrementos de paloma. También la capa de contaminación adherida se ha sacado de los sillares originales.
Luego se han rellenado aquellos orificios más importantes y se ha dejado una zona para la nidificación de los vencejos, una ave protegida por ley y que cohabita con las palomas en las paredes del Pretori.
Estos huecos para los vencejos no permitirán la entrada de palomas, que deben alejarse de forma permanente de los muros del Pretori para que el monumento siga con ‘buena salud’.
La restauración de las tres fachadas está prevista que finalice en marzo, coincidiendo con la época de nidificación del vencejo (falciot en catalán, un ave muy parecida a la golondrina).
Durante los trabajos, se han descubierto muescas e inscripciones de los canteros que la levantaron y ello, ha dicho el concejal será motivo de estudio para mejorar en la interpretación y la evolución de esta torre que nació con Tarraco y que llegó a ser prisión en época franquista antes de formar parte de la red museística actual de la ciudad.
El presupuesto de esta actuación con aportación del Estado y de la Generalitat asciende a unos 800.000 euros.
