Hablamos con Josep Pallarès (El Perelló, 1967) horas después de que se conociera que será el rector de la Universitat Rovira i Virgili para los próximos cuatro años y todavía no había podido responder a todas las llamadas y mensaje de felicitación. El nuevo rector lleva 30 años vinculado a la universidad, donde es catedrático de tecnología electrónica. Ha ejercido como vicerrector en distintos períodos y ha sido Director General d’Universitats de la Generalitat. Submarinista y aficionado a los paseos, tiene el reto de acercar posturas entre la comunidad universitaria después de una campaña electoral especialmente tensa.
¿Por qué cree que el 57,7% de la comunidad universitaria apostó por un cambio?
Son datos coherentes con los de la primera vuelta. Hay una gran mayoría de votos que han apostado por poder hacer una gestión más eficiente de los recursos que tenemos. El proyecto se basaba en la experiencia personal de quien lo lidera y en la experiencia y capacidad probada del equipo. El mensaje ha calado. Hace muchos años, desde que comenzó la crisis, tenemos mensajes negativos. Lo que necesitamos son mensajes positivos; podemos hacer cosas. Tenemos problemas pero somos capaces de resolverlos. Pero somos realistas, haremos lo mismo que dijimos en campaña. Hay elementos que son económicos, pero también los hay de trato, de respeto. Hay muchas cosas que podemos hacer en el día a día.
Pero sigue quedando un 42,23% que votó a María José Figueras. ¿Qué les diría de cara a los próximos cuatro años?
Manos abiertas a toda la comunidad. Yo no seré el rector de las personas que me han votado, ni del Departamento de Electrónica, ni de Sescelades o de Ingeniería... Yo seré el rector de toda la universidad y mi máxima preocupación será que toda la comunidad universitaria se sienta orgullosa de ser miembro. Tenemos que ser capaces de compartir un proyecto de equipo, que pensamos que es bueno, en un proyecto de universidad. La forma es escuchar, dialogar, recoger... Yo no sé quién me ha votado, se trata de que todas las personas puedan participar con sus aportaciones.
¿Cómo valora el tono de la campaña, especialmente en redes sociales, en esta segunda vuelta? ¿Cree que hicieron daño a la institución?
Yo lo que puedo valorar son las cosas que hizo mi campaña, mi equipo. Lo que hemos publicado en Twitter se puede ver... Pensamos que la institución está por encima de las campañas y de las personas y que le debemos un respeto. Todas las acciones que hemos hecho han sido siempre en positivo, hablando solamente de nuestro proyecto y poniendo sobre la mesa lo que nos parecía importante, no actuando de forma reactiva. Creemos que es como tiene que ser la universidad. La universidad tiene que ser tractor social, por tanto tienes que tener propuestas, no ir a remolque.
Tiene un plan de 10 puntos para los primeros 100 días. ¿Por qué nombrar gerente es el primer punto?
Es necesario porque desde el primer día tenemos que hacer cosas. En estos primeros días haremos rondas con todos los departamentos para conocer sus necesidades, pero más allá de ello necesitamos ser activos desde el primer día... Las acciones que proponemos para estos 100 días probablemente no son las más relevantes, pero se pueden comenzar y acabar en este período. La gerencia es importante porque necesitamos una universidad fuerte a todos los niveles. A la persona que propone es Elisenda Capella, es una persona de la casa que conoce perfectamente la realidad económica, que es la prioridad número uno.
Presentarán un plan para recuperar 24,6 plazas de PDI permanente. ¿Cómo lo harán?
De lo que se trata es de presentar un proyecto ante la Conselleria de Recerca i Universitats donde en cuatro años podamos recuperar estas plazas. Pensamos hacerlo con una gestión eficiente de los recursos que tenemos. No estamos hablando de los recursos adicionales que tienen que venir, en el 2023 y 2024, sino de que hay una parte de la gestión interna que podemos hacer de forma diferente. Estamos hablando de seis plazas por año. Por cada plaza estamos hablando de unos 40.000 euros, por tanto, estamos hablando de una actuación de 240.000 euros con un presupuesto global de 117 millones... Hay que argumentarlo y negociarlo, pero tenemos los elementos para tirarlo adelante.
Entre esos primeros puntos están unos presupuestos participativos para los estudiantes.
La sorpresa agradable ha sido que durante la campaña ya recibimos propuestas de unas 600 personas sobre lo que harían con 50.000 euros. El objetivo es que los estudiantes se impliquen en la vida universitaria, en la gestión, porque si no parece que allá arriba en el rectorado hay unas personas que deciden... Y cuantos más canales tengan, mejor. Hablamos también de las asociaciones, les aumentaremos el presupuesto para que tengan más capacidad de hacer cosas y tengan vida... Los alumnos han demostrado su madurez y si les das confianza, si los empoderas, responden... Creo que será un éxito y más allá de este proyecto para el 2023 tendremos esta partida de forma permanente y con mayor importe.
También promete que se organizará una fiesta mayor.
Esto está entre las acciones de los primeros 100 días porque si queremos que se haga en el primer cuatrimestre del curso tenemos que comenzar ya. Este concepto viene por diferentes motivos. Como padre de hijos universitarios sé de la necesidad que tienen de socializar después de la pandemia... Tuvimos la experiencia de la Facultad de Lletres, que la decana forma parte de nuestro equipo. Allí organizaron una semana de actividades y aquello fue un éxito. Los alumnos se encargaron de la organización y los estudiantes de otros campus se preguntaron por qué no podían hacer lo mismo... Esta dinámica positiva, este sentimiento de pertenencia es lo que nos interesa y creemos que se puede reproducir.
Y el 28 junio, la fiesta del orgullo, ¿habla de este año?
Sí, esto es ya. Lo pusimos como ejemplo de una pequeña parte del salto cualitativo que queremos hacer. Tenemos desde hace años un Observatorio de la Igualdad, que es necesario y que tiene que seguir funcionando, que se encarga de la igualdad de género en la universidad. Pero no nos podemos quedar aquí, por eso el comisionado que llevamos en el equipo no es solo de feminismo, sino también de diversidades. Hay otras realidades que tienen que verse reflejadas. Por eso pensamos en el 28 de junio. Tal vez esta primera vez no lleguemos a celebrar de la forma que querríamos, pero la cosa es comenzar. Nos gustaría hacerlo conjuntamente con URVisibles, una organización que se acaba de presentar.