A diferencia de los socialistas Josep Maria Recasens, Josep Fèlix Ballesteros y de Rubén Viñuales, así como del republicano Pau Ricomà, Joan Miquel Nadal puede decir que, de los casi 18 años que fue alcalde, solo estuvo en minoría 11 meses.
Esto sí, con unas minorías que hoy serían consideradas como mayoritarias, ya que primero lo hizo con 13 concejales, a solo uno de la mayoría absoluta, mientras que en una segunda fase lo hizo con 11. Eran otros tiempos respecto a los nueve con los que posteriormente gobernó durante dos años Ricomà (ERC), los mismos representantes con los que cuenta Viñuales desde junio, en una situación que, a corto plazo, no tiene visos de cambiar. «Con nueve no se gobierna, solo se pueden tapar agujeros», indica Nadal quien, en cambio, siempre se movió con equipos de entre los 13 y los 19 ediles, un número que hoy en día parece de ciencia ficción.
El histórico líder tarraconense de Convergència i Unió accedió a la alcaldía el 17 de agosto del 1989, con 38 años, tras una moción de censura a Recasens, quien ostentaba la vara de alcalde desde hacía justo una década. Los diez ediles de CiU sumaron los tres del PP y los dos del CDS para formar un nuevo gabinete de 15 para tumbar al gobierno socialista, que desde junio de 1987 gobernaba en solitario con 12 ediles.
En 1991, Nadal –que se presentaba como cabeza de lista por primera vez– logró la última mayoría absoluta de la Plaça de la Font, sumando 14 escaños que le sirvieron para mandar en solitario durante cuatro años.
Ya en 1995, pese a recibir 3.000 votos más, CiU perdió la mayoría absoluta, quedándose en 13 ediles. En ese momento, el 17 de junio se abrió el primer periodo de interinidad en el que los nacionalistas gobernaron con menos concejales que la oposición.
Pese a ello, fue una situación temporal, que se alargó por las elecciones en el Parlament del 19 de noviembre de ese año, ya que solo dos días después se firmó el pacto de gobierno entre CiU y PSC que, de esta forma, cicatrizaban heridas tras la moción de censura de seis años antes. La sociovergencia formó un gobierno de 19 representantes entre los que, por cierto, estaba Ballesteros como concejal de Universitats.
Ya en 1999, Nadal bajó a 11 concejales. Pese a que todo hacía presagiar la reedición del pacto con los socialistas, las negociaciones se dilataron, hasta el punto que CiU gobernó en minoría durante medio año.
Finalmente, en diciembre hubo fumata blanca... con giro a la derecha: Nadal llegó a un acuerdo con el PP para gestar un gabinete de 16 ediles: 11 de CiU y 5 del PP, entre las cuales estaba la actual portavoz popular en el Ayuntamiento, Maria Mercè Martorell. Ese fue el mandato en el que Tarragona fue declarada como Patrimonio de la Humanidad.
Ya en 2003 no hubo ni debate, y CiU y PP reeditaron el acuerdo, que comportó un gabinete de 14 ediles, con el actual líder autonómico del PP, Alejandro Fernández, llevando Promoció Econòmica. Entre 1989 y 2007, pues, 18 años de geometría variable, esto sí, llegando siempre, como mínimo, a la cifra mágica: 14 ediles.