Hoteles de Tarragona son objetivo de fondos buitre

Inversores internacionales buscan en la provincia inmuebles con problemas financieros por el batacazo turístico, como ya hicieron con los pisos de la burbuja. Hay riesgo de especulación

31 julio 2020 08:55 | Actualizado a 31 julio 2020 19:42
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Los fondos buitre ya acechan a parte del tejido turístico tarraconense. En concreto, estas sociedades inversoras han puesto su mirada sobre un sector muy concreto: el hotelero. A la crisis iniciada con el confinamiento desde Semana Santa y agravada en esta temporada alta, se añaden las recientes cuarentenas y vetos impuestos por algunos países europeos, desde Francia al Reino Unido, que acaban de dar la puntilla. Buena parte de los hoteles no tendrán suficiente demanda nacional para recuperar su músculo financiero y van a necesitar liquidez. «Cuando hay complicaciones, siempre suelen aparecer, aunque todavía es pronto, yo no tengo constancia», explica un hotelero. «No me extraña que ya estén mirando y consultando», añade otro empresario del sector. 

Lo cierto es que los movimientos existen por parte de estos inversores internacionales que suelen aparecer en momentos de crisis económicas intensas. Ya lo hicieron durante la recesión financiera con los activos inmobiliarios. «Estos fondos funcionan con deudas fallidas, con pisos que no se venden, por ejemplo. Viven de gestionar lo que otros no gestionan», explica Rafael Muñoz, economista del gabinete de estudios de la Cepta. Estas sociedades, llamadas de capital riesgo o de inversión libre, invierten en la deuda de una entidad que se considera cercana a la quiebra. 

Ya a inicios de la pandemia, el presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHA), Jorge Marichal, pidió que el gobierno protegiera a las grandes empresas, para evitar caer en el error de la crisis anterior y «regalar a precio de risa la gran mayoría de los activos inmobiliarios del país a los fondos buitre». Para el hotelero, si no se toman medidas a favor de las grandes empresas, «este país dejará otra parte importantísima de su economía en manos de esos fondos, perderemos la titularidad de gran parte de la mejor industria que tiene España, que en su mayoría está en manos de familias españolas: el turismo». 

Torear la deuda financiera

«Los buitres funcionan así, comprando muy barato, por debajo del precio de mercado, para especular o para intentar sacarle provecho después. El propietario lo vende y se quita un pasivo», cuenta Rafael Muñoz, que desglosa algunos de los requisitos de las propiedades que deben tener este tipo de propiedades: «Son establecimientos con problemas financieros, que deben estar en buenas condiciones, razonablemente nuevos, que la piscina funcione, que esté bien. Estas entidades logran torear la deuda financiera, en vistas de que luego haya una recuperación». 

Compran a bajo precio a empresarios que lo están pasando mal y arrastran deudas

Las compras aún no se están sucediendo, pero sí las consultas. Según los expertos, estos fondos sondean, incluso entran en competencia y se esperan a finales de temporada para comprar. Mercedes Teruel, directora de la Cátedra para el Fomento de la Innovación Empresarial de la URV, cree que estas consultas «son comprensibles dada la actual situación de falta de ingresos» y añade: «Puede ser que haya empresas que se vean abocadas a buscar alternativas de inversores que puedan tener intereses más especulativos que productivos». 

Teruel cree que «habría que analizar cuál es el interés de estos grupos, si hay una intención especulativa o bien de reactivar». No siempre estos fondos internacionales tienen un componente negativo. «Los buitres pueden ir a por un inmueble y revenderlo de aquí a dos años porque el valor ha subido, y de aquí obtienen su beneficio. En otras ocasiones son más respetuosos y optan por revalorizar el inmueble, potenciando en función de la actividad productiva pasada», añade Teruel. 

Un riesgo latente es el de que empresarios locales pierdan el control de estos establecimientos. «Se puede dar una venta total, en la que el activo quede en manos por completo de los dirigentes de los fondos inversores o bien parcial, por lo que se pueda mantener una participación en las decisiones de futuro, lo que sería más deseable», apunta Teruel. 

Con dinero líquido

Estos fondos se aprovechan de la desesperación de los hoteleros en situación inestable. «Siempre hay alguien que tiene dinero líquido. Buscan activos con problemas financieros pero en los que la actividad seguirá siendo rentable. Se quedan con una empresa que sigue siendo rentable desde el punto de vista económico y que dará rendimiento. El problema financiero lo pueden resolver a través de quitas», indica Muñoz.

Estas sociedades penetraron con fuerza durante la crisis inmobiliaria en España

Desde la Federació Empresarial d’Hostaleria i Turisme de la província de Tarragona (FEHT) se indica que «son temas particulares y muy confidenciales que no corresponden a la entidad», aunque admite que «los fondos buitre que se interesan por empresas de alojamiento como hoteles, campings o apartamentos siempre ha habido y siempre habrá». 

La FEHT reconoce que no se ha notado una especial incidencia mayor de la habitual, aunque añade que no entrará a valorar este tipo de asuntos de negocio, ya que «es un tema absolutamente de carácter privado que corresponde a la decisión o valoración individual de cada empresario». Según un estudio de la consultora Cushman & Wakefield, el 41% de los inversores están buscando activos. Eso sí, de que se acecho actual se traduzca en compras efectivas dependerá de cómo evolucione la temporada y de la recuperación del sector, un escenario cada vez más incierto. 

«Cuatro llamadas» en pocos días

En mayo, en pleno estado de alarma, ya alertó el presidente del gremio de hoteles de Barcelona, Jordi Mestre, que también pidió ayuda al Gobierno. Mestre, presidente del grupo hotelero Selenta, lanzó la alerta en una sesión de la escuela de negocios IESE, en la que confesó que le llamaron «cuatro» fondos buitre «en pocos días» interesándose por su empresa. «Si no tenemos una ayuda de la administración, es muy posible que muchas empresas, básicamente las pequeñas y medianas, tengan que afrontar procesos de venta para subsistir, y aquí los que pueden salir ganando, y mucho, son los fondos buitre», advirtió Mestre, que añade que este tipo de inversores pueden ver en el sector hotelero español un «caramelo». 

Más allá de estos fondos extranjeros que ya planean, hay entidades que están saliendo al rescate para mediar en los problemas económicos. «Le liberamos de sus deudas, le aconsejamos y le ofrecemos la posibilidad de un inversor», explica un anuncio. «Estamos desbordados, sobre todo por parte de pequeñas y medianas empresas, también del sector hotelero», cuenta un empleado que se dedica a la gestión de embargos. 

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