El lobby empresarial Ferrmed insta a las instituciones europeas a que obliguen a los Estados a priorizar las inversiones en materia ferroviaria en aquellos corredores que generen unos «resultados socioeconómicos y ambientales» más favorables. «Sabemos que es muy difícil porque los Estados mandan, pero deberían dictar unas normas de obligado cumplimiento», apuntaba el presidente de este organismo, Joan Amorós.
Y es que, de lo contrario, Amorós se mostró muy escéptico de que pueda alcanzarse el objetivo de llegar a un 30% del transporte de mercancías por ferrocarril de cara a 2030. «Mientras sigan arreglando líneas que no son prioritarias no cambiaremos la situación», añadía.
Amorós hacía estas afirmaciones a raíz de los últimos estudios de Ferrmed, en los que se ha analizado minuciosamente unos 75.000 kilómetros de corredores viarios, ferroviarios y marítimos de toda Europa. Del total, tan solo unos 18.000 kilómetros concentran los principales tráficos, por lo que considera que deberían priorizarse las inversiones en estos ejes, para evitar «perder dinero», y en fases posteriores continuar con el resto de tramos.
El Corredor del Mediterrani desde la frontera francesa hasta la región de Murcia y en su tramo por el valle del Ebro forman parte de estos ejes estratégicos. Y, en concreto, el tramo entre Tarragona y Barcelona que, según los estudios, es el tercer hub logístico a nivel europeo. Pese a ello, Amorós fue muy crítico con la solución que está planteando el Gobierno Central, con el tercer carril ferroviario.
«No hay duda de lo que se está haciendo, que es un simple cambio de vía, no es demasiado idóneo», lamentaba. Amorós se mostró muy crítico teniendo en cuenta que en este tramo las mercancías tendrán que compartir la infraestructura con el sistema de Rodalies. Este considera que se generará un cuello de botella que «no es de recibo». «Es uno de los sitios más importantes de Europa desde un punto de vista logístico ¿se está invirtiendo en consonancia? No», lamentaba.
«O cambian los criterios o no se está haciendo nada para luchar contra el cambio climático»
Las cifras son elocuentes. En el nodo de Tarragona, entre las mercancías procedentes de València y las del corredor central, se prevé un flujo de unas 166.208 toneladas al día, sumándole la carretera y el tren. «Si el 30% tienen que ir en ferrocarril no cabe», decía.
Para Ferrmed la solución está en separar las mercancías procedentes de Zaragoza de las de València. Y esto pasa porque las primeras no lleguen a Tarragona, sino que desde Lleida sigan a través de una línea de nueva construcción en dirección Igualada y Manresa y hacia la frontera.
Amorós pronunció su conferencia en el Teatret del Serrallo, invitado por la plataforma Mercaderies per l’Interior. Durante su intervención también se pronunció sobre la solución provisional que propone esta entidad para evitar que los convoyes de mercancías pasen por la línea de la costa, mientras no puedan desviarse estos convoyes por la nueva línea que está estudiando el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Esta pasa por desviar los convoyes por la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona. Sin embargo, Amorós afirmó que «no creo que sea una buena solución utilizar una línea ya saturada». «Olvídense», añadía.
Finalmente, el presidente de Ferrmed también explicó que esta institución está trabajando para constituir un «super lobby» formado por organizaciones a nivel mundial, que representan al sector del transporte por carretera y ferroviario, para ejercer presión delante de Bruselas. El objetivo es que las instituciones europeas se pongan las pilas. «Se ha acabado, o cambian los criterios a nivel de inversiones o no se está haciendo nada para luchar contra el cambio climático», lamentaba. Y estos cambios pasan porque los camiones se suban al tren y que, finalmente, la Red Transeuropea de Transportes sea una realidad.
