La Plana del Vinyet inicia una nueva senda de la mano de la organización medioambiental La Sínia, que ha asumido la custodia de este entorno ubicado a escasos metros de la desembocadura del Gaià. El acuerdo finalmente se formalizó ayer, con la firma de un convenio entre la organización ecologista, el Ayuntamiento de Tarragona y el Departament d’Acció Climàtica de la Generalitat, teniendo en cuenta que la administración catalana es la titular de los terrenos desde 2020.
La firma de este convenio facilita la gestión, restauración y conservación de un conjunto de fincas que en su totalidad ocupan 20,4 hectáreas. Constituyen una de las escasas planas aluviales de Catalunya. A pesar de que han sufrido una alteración de su dinámica fluvial como consecuencia de la construcción del embalse de El Catllar y los procesos de desecación de las zonas húmedas preexistentes, han escapado de la transformación urbanística que ha modificado gran parte del litoral de Catalunya.
La presidenta de La Sínia, Raquel Córdoba, explicó que el objetivo es que «en un futuro sea un espacio en el que la sociedad pueda pasear y que sea refugio de muchas especies». En el sector pueden encontrarse tortugas de arroyo, chorlitejos patinegros y especies amenazadas como el limonium gibertii o la achillea marítima. Una parte del sector, el más próximo al río, forma parte del área de influencia del Espai Natural Protegit de la Desembocadura del Gaià, incluida dentro de la Xarxa Natura 2000.
Córdoba afirmó que el acuerdo de custodia busca que «El Vinyet acabe replicando lo que se hizo y se está haciendo en la desembocadura del Gaià». El documento suscrito entre las tres partes especifica que se llevarán a cabo acciones de conservación y potenciación de la vegetación de ribera y otros hábitats de influencia fluvial; la recuperación de lagunas litorales; la conservación, potenciación y recuperación de poblaciones de flora y fauna propias de este ambiente; además de acciones para fomentar el voluntariado ambiental. La vigencia será de cuatro años. Transcurrido este periodo las partes podrán acordar prolongarlo otros cuatro años.
El director de Polítiques Ambientals i Medi Natural de la Generalitat, Marc Vilahur, afirmó que el acuerdo es clave para «revertir la pérdida de biodiversidad» de este entorno y para que este «sea otro espacio emblemático de Tarragona».
Según especificó, a corto plazo se llevarán a cabo acciones de señalización de los usos y accesos, así como se dinamizará el espacio en pro de la biodiversidad. En paralelo, desde la administración catalana se está trabajando en la licitación del proyecto para la restauración del espacio, que quiere impulsarse con fondos europeos.
La concejal de Medi Ambient, Eva Miguel, apuntaba que esto es un paso importante para «incrementar el valor natural de la desembocadura del Gaià». «Ahora hace falta que el proyecto no quede bloqueado, que pueda ejecutarse y que nos creamos la riqueza natural que tenemos y que va más allá de la Anella Verda. El Gaià también es de Tarragona y debemos quererlo y protegerlo», afirmaba.
Por su parte, el alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, apuntaba que la custodia de este entorno por parte de La Sínia «supondrá un beneficio social evidente». Este reconocía que la ciudad «ha vivido de espaldas al Gaià» y esto hace que «en el imaginario colectivo no se sitúe El Vinyet como municipio de Tarragona». No obstante, el máximo responsable municipal ponía en valor que en aspectos como el turismo se está avanzando de la mano.