Martes 1 de febrero, es la fecha que ahora mismo está marcada en el calendario para la apertura del nuevo Camí de la Coma, un eje que se ha reformado íntegramente a raíz de las obras de urbanización del plan parcial 10. «Dijimos que lo abriríamos y lo abriremos, con todo acabado o al margen de que pueda tardarse aún algunos días para resolver otras cuestiones», afirma el concejal de Territori del Ayuntamiento de Tarragona, Xavier Puig.
La administración local se había comprometido en que las obras finalizarían este mes de enero. Sin embargo, sobre el terreno los trabajos se han alargado más de lo previsto. Para que no se sigan dilatando los plazos va a forzarse la apertura, aunque no se descarta que las máquinas puedan seguir trabajando aún algunos días. «La obra tiene que estar acabada, pero si no lo está lo que vamos a hacer es garantizar que se abra el Camí de la Coma, sin que tenga una incidencia en la vida ordinaria de los vecinos», añade el tercer teniente de alcalde. Este compromiso tan solo afecta al vial hacia Bonavista. En cambio, no está seguro que dentro de once días también pueda entrar en funcionamiento el enlace hacia Buenos Aires.
El responsable de urbanismo atribuye la demora al hecho que «Endesa va con alguna semana de retraso en lo que tenía de hacer». Esta era la última parte que quedaba y que ha condicionado el calendario en este último tramo de la obra. En esta fase se ha dado de baja la antigua línea eléctrica, que discurría por encima del camino y ha tenido que darse de alta el suministro del nuevo cableado, que se ha soterrado. Ha sido una operación larga y compleja, ya que afecta a una línea de media tensión de la que dependen unos 24.000 usuarios. Por este motivo, desde la compañía se planteó la operación en cinco fases, que se han ido activando progresivamente a medida que la empresa ha ido teniendo todos los permisos. La última de las descargas se hizo el 23 de diciembre. A partir de ahí, podía iniciarse el desmontaje de las antiguas torres, que finalizó el martes 18 de enero. Fue a partir de este momento, que la adjudicataria de las obras del PP10 pudo proceder al movimiento de tierras para la construcción de esta parte del vial, que prácticamente es lo último que queda pendiente.
La eléctrica afirma que «nuestra parte ha ido on time». Para culminar los trabajos de la instalación eléctrica tan solo resta pendiente dar de alta el alumbrado del nuevo vial. «Nos pusimos en contacto con la adjudicataria y les hicimos un requerimiento de información para que nos faciliten los boletines para abrir el CUPS (Código Unificado de Punto de Suministro)», manifiesta Endesa. La Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Comsa y Rogasa aún no ha dado respuesta a este requerimiento.
Puig destaca que las nuevas conexiones garantizarán que «desde la nueva rotonda se generen dos carriles hacia Campclar y otros cuatro, hacia el otro lado, de los cuales dos van hacia Bonavista y dos a Buenos Aires». Desde la Federació d’Associacions de Veïns de Tarragona, el responsable de la Comissió d’Infraestructures, José Carrasco, pone en valor que la intervención supondrá «una mejora de los accesos y salidas, que van a estar mucho mejor respecto a hace dos años».
Las obras se han hecho esperar. El antiguo vial se cerró el 6 de octubre de hace dos años y esto cortó la conexión directa de los bonavisteños con la T-11 durante 28 meses. «La gente ya tenemos ganas porque antes para ir a Tarragona o a Les Gavarres estábamos dos minutos. Ahora, si quieres ir a Reus o al polígono, que hay mucha gente del barrio que trabaja allí, tienes que salir 15 minutos antes para dar toda la vuelta», añade Carrasco.
Tercer vial
La reapertura del Camí de la Coma llevó a los vecinos de Bonavista a protestar en el salón de plenos, ya que estos defienden que es necesario para la seguridad del barrio. Ayer, la presidenta de la Associació de Veïns de Bonavista, Loli Gutiérrez, mostraba sus críticas por cómo está quedando. «No me gusta nada el terminar de la obras del PP10», dice. Gutiérrez denuncia que, con la nueva salida, «tenemos que ir hasta Campclar para ir a la rotonda grande, ya que no entiendo porque a cinco metros de la primera glorieta queda anulada la vía». Esta representante vecinal argumenta que «no es factible para el barrio».
Gutiérrez también defiende que deberían eliminarse los separadores que se han puesto junto al carril bici, para que los coches no invadan esta plataforma. «Si quieren dejar el carril bici que lo dejen, pero en Bonavista no vamos a ir a Tarragona en bici, pero por lo menos que quiten los bloques, porque si algún día lo necesitamos como vía de escape con los bloques esos no podría utilizarse», argumenta.
El pasado 13 de diciembre los responsables del Àrea de Territori del Ayuntamiento se reunieron con la FAVT y la Associació de Veïns de Bonavista para conocer los últimos avances de la obra. En el encuentro se abordó el culo de botella que puede formarse, teniendo en cuenta que el enlace desde la T-11 será con cuatro carriles y a partir de la primera rotonda se quedará con dos. Una de las opciones que se planteó fue recuperar el Camí del Parc de la Coma, que ahora está cerrado y en desuso, para sumar una tercera salida desde el barrio. Esta posibilidad es vista con buenos ojos desde todas las partes. Aunque todo apunta a que se convertirá en un nuevo desacuerdo entre el Ayuntamiento y la Associació de Veïns.
Por un lado, el concejal de Territori afirma que esta solución «no será inmediata». «Primero tenemos que acabar de abrir lo que estamos haciendo, ver cómo funciona y tirar adelante un proyecto para recuperar el otro, lo que tardará unos meses», argumenta Puig. En cambio, Gutiérrez ya avanza que «si no se ponen a hacerlo pronto seguiremos con las concentraciones. No podemos permitirnos que las cosas importantes se queden de lado», concluye.
