El mosso herido de bala al intentar detener al sospechoso del tiroteo en una empresa de seguridad privada en Tarragona conocía al arrestado porque eran socios del mismo club de tiro, han explicado a Europa Press fuentes cercanas a la investigación.
El 14 de diciembre por la mañana, el hombre entró en la empresa donde trabajaba y disparó a tres ex jefes, y en su huída también disparó a uno de los mossos que intentaban detenerle después de identificar el coche con el que se dio a la fuga.
Como se conocían, cuando el mosso bajó del coche para detenerlo le llamó por su nombre, Eugen, y le pidió que soltara el arma.
El policía iba con dos mossos más en un coche sin logotipar pero con las luces policiales encendidas, y se bajó del coche sin mascarilla, por lo que Eugen pudo reconocerle mientras le pedía que dejara el arma.
De los tres policías que iban en el coche, todos vestidos de paisano, éste fue el primero que se acercó al sospechoso y el único que quedó herido.
Estos policías no formaban parte del dispositivo que los Mossos desplegaron para evitar que el sospechoso huyera, pero empezaron a perseguirle al recibir el aviso de que conducía por una carretera cerca de la que estaban ellos.
Después de herir al mosso, Eugen logró escapar hasta una casa de Riudoms (Tarragona), donde quedó atrincherado hasta que la unidad de asalto de los Mossos le neutralizó.
Testigos
El policía y el sospechoso también tenían amigos en común en el club de tiro en el que coincidían, y uno de ellos será testigo en la causa porque el día del tiroteo recibió una llamada del mosso y otra del sospechoso.
Primero le llamó el policía, que al saber quién era el sospechoso contactó con ése amigo en común para saber si había hablado con él ese día, y le pidió que le avisara si se enteraba de dónde podía estar.
Más tarde, Eugen llamó al mismo amigo y le pidió un correo electrónico, al que envió un mensaje que tenía preparado desde dos días antes y en el que explica los motivos del tiroteo y en el que adelantaba quiénes serían sus víctimas.
Ese mensaje también lo recibieron los trabajadores heridos, que eran jefes del sospechoso, y de los que decía que quería vengarse por sus condiciones laborales y porque asegura que le habían tratado de forma racista.
El mosso, el amigo que compartía con el sospechoso y los trabajadores heridos están citados este jueves para testificar ante la jueza que investiga el caso y explicarle sus actos ese día.