El Palau d’Esports, la joya de la corona de los Juegos del Mediterráneo del 2018, estará por fin acabado en 2025. Esto será gracias a una subvención que el próximo año otorgará la Generalitat al Ayuntamiento, por valor de 700.000 euros, de forma que el Patronat Municipal d’Esports pueda comprar las gradas fijas que faltan en la instalación del Anillo de Campclar.
Según ha podido saber el Diari, el Consell Executiu del Govern de Salvador Illa (PSC) desbloqueará antes de acabar este mismo año la deuda pendiente con el consistorio tarraconense, que se arrastra desde la fase de construcción del recinto, que supuso una inversión de más de 18,4 millones de euros para las arcas autonómicas.
Debido a la urgencia para acabar la construcción a tiempo para el evento internacional de junio del 2018, y después de los problemas que surgieron con la construcción del Palau –con dos renuncias de empresas que obligaron a edificar el equipamiento a contrarreloj–, finalmente se optó por dejar el pabellón con unas gradas fijas para 3.000 personas.
Esto provoca que, cuando se organiza un gran evento como la Lliga Catalana ACB, deban alquilarse gradas temporales para poder llegar a un aforo para 5.000 espectadores, lo que además supone un coste añadido para la organización de la competición.
Esta semana, primer paso
Por ello, tras seis años de negociaciones –tanto con el traspaso a manos municipales de la gestión del Palau como con la esperada quinta fase para adquirir las gradas–, el Govern dará esta semana un primer paso. Así lo confirman a este periódico fuentes de la administración autonómica, que indican que la ayuda para financiar las graderías pasarán por la comisión técnica de mañana, de forma que la subvención pueda ser avalada en el último Consell Executiu de este 2024, previsto para el lunes 23 de diciembre.
Para poder dar el OK a la ayuda, la Conselleria d’Esports ha tenido que llevar a cabo su particular Plan Rastrillo para activar los 700.000 euros necesarios para poder incluirlos en la gestión ordinaria de este 2024 y no tener que depender de los presupuestos del 2025, que a día de hoy siguen en el aire. Para ello, se han dado de baja partidas que ya no se podían usar para muscular de esta forma la ayuda al consistorio tarraconense.
De hecho, es el mismo paso que anteriormente el gabinete liderado por el conseller Berni Álvarez (PSC) ha llevado a cabo en la Seu d’Urgell, Sant Hipòlit de Voltregà y Girona. En la localidad ilerdense, el nuevo Departament d’Esports ha anunciado una aportación de cuatro millones de euros para la construcción del nuevo edificio de INEFC Pirineus, donde se imparte el Grau en Ciències de l’Activitat Física i Esport, especializado en deportes de montaña y río.
Paralelamente, en Osona el Govern financiará el derribo del pabellón municipal con una ayuda de 500.000 euros, ya que el inmueble presenta importantes patologías. Asimismo, en Girona también se colaborará con el Ayuntamiento y la Diputació para renovar la pista de atletismo del GEiEG.
Este 2024, el parqué definitivo
La fórmula que se llevará a cabo será mediante una subvención, de forma que será el Patronat d’Esports el organismo que deberá asumir el proceso administrativo necesario para contratar las instalación de las graderías telescópicas, que darán la vuelta a la pista para ampliar la capacidad del pabellón en dos mil personas adicionales.
«Estamos muy contentos, era una deuda que la Generalitat tenía con Tarragona que ni el gobierno municipal anterior ni el Govern de la pasada legislatura habían podido desbloquear», indica el concejal de Esports del Ayuntamiento de Tarragona, Mario Soler (PSC), quien recalca que las gradas serán una realidad «en 2025». «Nos permitirán tener el aforo que exige la Liga ACB», recalca el edil.
Si el próximo será el año de las gradas, 2024 ha sido el del parqué definitivo, poniendo de esta manera el punto y final al triple pavimento que había, tras una inversión de 314.000 euros. Con parqué definitivo y gradas fijas instaladas, el Palau d’Esports ya estará al 100%, por fin, siete años después de su inauguración. De Torra a Illa... pasando por Berni Álvarez.
