El Govern de la Generalitat ha aprobado el nuevo Plan de emergencia exterior del sector químico de Tarragona, el Plaseqta 2020, y de esta manera retorna al territorio la gestión de las emergencias químicas, trece años después de que este plan se integrara al Plaseqcat. El plan prevé la respuesta a una emergencia química originada en cualquier establecimiento industrial que manipula sustancias peligrosas en las comarcas de Tarragona, como fue el caso de la explosión en Iqoxe hace casi dos meses. El plan prevé el confinamiento de la población ante los primeros indicios de accidente grave en la petroquímica, dado que simplifica la toma de decisiones y se situará siempre en un escenario de máximos a la hora de dar respuesta a incidentes.
El ámbito territorial del Plaseqta establece a partir de la zona de influencia de los polígonos industriales químicos de las comarcas de Tarragona. La zona de influencia incluye 29 municipios y una población de casi 370.000 personas.
El Plaseqta simplifica los escenarios previstos a la hora de tomar la decisión de activar las sirenas y el consiguiente confinamiento de la población. Hasta ahora, el Plaseqcat exigía evidencias contrastadas y en buena parte condicionadas a la información transmitida por la empresa afectada, pero ahora la decisión se tomará situándose en el peor escenario posible. Así, a partir de ahora cuando haya una evidencia mínima contrastada de afectaciones graves -ya sea a través de las notificaciones que debe hacer la empresa, la información de los ayuntamientos o de los ciudadanos que reporten molestias- ordenará el confinamiento general.
El Plaseqta ordenará el confinamiento general cuando haya una evidencia mínima contrastada de afectaciones gravesEl documento prevé que la activación de la fase de emergencia -la más grave- implicará siempre el confinamiento de la zona afectada y el sonido de las sirenas. No es así en el caso de las otras dos fases previstas para incidentes y accidentes menos graves, la prealerta y la alerta. En este punto jugará un papel clave la red de sensores químicos que se implementará para poder determinar cuando hay riesgo para la población ante un posible nube tóxica. El Gobierno también quiere implantar el sistema Cell Broadcasting, que permite aviar la población de una determinada zona mediante SMS, pero antes es necesario que el Estado transponga la directiva europea sobre esta materia.
Iqoxe avanzará el pago de los daños de los afectados que no tienen seguro
La empresa Iqoxe avanzará el dinero de las reparaciones de los inmuebles y comercios que no tienen seguro propio y que el pasado 14 de enero se vieron afectados por la explosión de un reactor de la fábrica situada en el Polígon Sud.
Gestión desde el territorio
El nuevo plan sitúa el edificio del 112 de Reus como el punto neurálgico de la toma de decisiones. La dirección del Plaseqta corresponde al delegado del Govern en Tarragona, por delegación del consejero. Dentro de las nuevas estructuras de decisión y gestión se crea un Comité Técnico, presidido por el director de los servicios territoriales de Interior, que se constituye siempre que se activa el plan, con un carácter operativo.
La dirección del Plaseqta corresponde al delegado del Govern en TarragonaEn paralelo, existe el Consell Assessor, un órgano directivo de coordinación presidido por el delegado del Gobierno y formado por representantes de los departamentos que pueden verse implicados en la gestión (Interior, Salud, Empresa y Empleo, Territorio y Sostenibilidad, Educación), y de los ayuntamientos afectados. El Consejo Asesor se reunirá siempre que se active la fase de emergencia y potestativamente en caso de activación en fase de alerta.
Por su parte, el plan también reserva un papel en las empresas químicas, especialmente en emergencias importantes o de larga duración, apoyando al comité técnico, así como también en la información proactiva de los incidentes menores o accidentes que no tengan lugar en sus instalaciones pero los que tengan conocimiento.
Revisión a los seis meses
El Plaseqta tendrá un proceso de implantación con la población y los ayuntamientos del territorio de seis meses. Una vez pasado este periodo se prevé hacer una actualización del plan que recoja las posibles mejoras que se identifiquen en el proceso de participación en la implantación.
Además, el Govern prevé una inversión de casi 7 millones de euros para la implantación del plan durante los próximos cuatro años. Esto incluye la incorporación de técnicos especialistas, la financiación de los sensores de productos tóxicos en el aire, y herramientas y equipamientos NRBQ (Defensa Nuclear, Radiológica, Biológica y Química) para los efectivos de intervención en la zona del accidente. Además, también se prevé impulsar campañas de sensibilización y comunicación, especialmente en las escuelas.
