Dos presos, ambos con condena vigente por delitos de robos, están en paradero desconocido desde el miércoles por la tarde. Ambos compartían prisión, eran internos del centro penitenciario de Mas d’Enric (la cárcel de Tarragona ubicada en el municipio de El Catllar); y ambos decidieron aprovechar ‘su momento’ para fugarse y no volver a sus respectivas celdas. Las fugas no estaban coordinadas, aunque coincidieron en el día.
El primero de los fugitivos es un preso de unos 30 años de edad y de nacionalidad española. Estaba en la cárcel de Mas d’Enric con condena hasta el año 2028 y Servicios Penitenciarios (del Departament de Justícia de la Generalitat) le habían concedido un permiso de segundo grado de un máximo de 8 horas.
El propósito era que el interno comía con la familia y por la tarde del mismo miércoles volvía a su celda de la prisión de El Catllar. Fuentes del Departament de Justícia admitían que el preso está en busca y captura desde el mismo miércoles por la tarde y que tiene una condena por robos. Según ha sabido el Diari, el interno vació su celda y repartió sus pertenencias entre otros compañeros, más las que pudo sacar del recinto.
Fue la familia del propio interno quien comunicó al equipo de guardia de Mas d’Enric que el interno no tenía intención de volver. Así se lo había dicho el implicado. Automáticamente, se activó el protocolo de busca y captura y se informó a Mossos de esta fuga. Este preso lleva muchos años entre rejas y ha cumplido varias condenas, ésta última es de 12 años.
El segundo preso es un interno con una orden de expulsión de España. su situación es irregular, explican fuentes conocedoras del caso. Tiene 35 años y terminaba la condena en 2024. Los delitos por el que fue encarcelado: robos.
Esta segunda ausencia fue todavía más peliculera, explican las mismas fuentes. El interno formaba parte de un grupo de presos que tenían una salida programada para visitar diferentes recursos terapéuticos.
A la hora de comer, el interno decidió excusarse. Algunas fuentes hablan de irse a comprar un helado (pero el Diari no ha podido confirmar este extremo). Lo cierto es que el preso no volvió a la mesa (comían fuera de Mas d’Enric) y los educadores alertaron de su ausencia de inmediato al centro penitenciario al no encontrar ni rastro del fugado. Automáticamente se puso una alerta de busca y captura de este ladrón que decidió fugarse aprovechando esta salida programada.
Las dos fugas han levantado ampollas entre los sindicatos de funcionarios de las prisiones, que esta semana ya han protestado de forma ostensible en la plaza Sant Jaume de Barcelona. Uno de ellos, Marea Blava, explica que estos permisos o salidas son cuestionables y se asumen riesgos para la ciudadanía y sin ninguna garantía de reinserción.
Marea Blava fue uno de los sindicatos que esta semana reunió cerca de 500 trabajadores de varias prisiones catalanas (hubo un autobús procedente de Mas d’Enric) en la plaza Sant Jaume. La manifestación pretendía visibilizar la postura de los funcionarios contra las agresiones de presos y para reclamar la dimisión de la consellera de Justícia, Lourdes Ciuró.
Uno de los portavoces de Marea Blava recordó que hace un año ya se manifestaron contra las agresiones en las prisiones, y lamentó que «no ha cambiado nada»; al contrario, ha asegurado que ha habido un 130% más de agresiones en un año.
