Solo dos de cada diez asesinadas por la violencia machista en Tarragona en los últimos años habían denunciado al agresor. En seis casos no había habido denuncia previa y en los cuatro restantes no constaba. Es el balance de dos décadas de esta lacra en la provincia, que ha dejado 31 crímenes y solo siete alertas en forma de denuncia, lo que demuestra que aún queda trabajo por hacer a la hora de romper el silencio y empoderar a las maltratadas para dar pasos adelante. Igualmente, que haya casos con denuncias hechas –y también con órdenes de protección, como sucede en la provincia– y que acaben en un crimen también abre todo un debate desde el punto de vista de la cobertura que brinda la administración.
El balance es similar al que se reproduce en el global de España. Este tipo de asesinatos suman 1.182 víctimas mortales desde que hay cifras oficiales y solo 256 denuncias, un 21,6%, si bien es verdad que no es lo mismo comparar los primeros años de recuento estadístico, a principios de los 2000, que los actuales, donde la sensibilización y la concienciación es mayor. Eso sí, quedan cuentas pendientes. En 2021 hubo tres feminicidios en Tarragona. Solo en un caso existía denuncia.
Son los datos que ofrece la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, que radiografía en la provincia esta manifestación más extrema y dura del machismo. Otros balances en Tarragona: en el 26% de los asesinatos la mujer ya no mantenía una relación con el hombre. De ese dato, en el 16% de los casos el vínculo estaba roto por completo y en el otro 10% se encontraba «en fase de separación». En el 39% de las muertes, prácticamente cuatro de cada diez, no había convivencia.
El suicidio del agresor
Otra de las casuísticas más comúnmente asociadas es la del posterior suicidio del agresor, algo que sucedió en el 26% de los casos. Es lo que ocurrió en el caso de Kelly, una joven de 17 años asesinada en Reus en 2019 por su pareja, que luego se acabó arrojando por un balcón para terminar con su vida. El 66% de las mujeres muertas eran españolas, por un 34% de extranjeras, porcentajes prácticamente idénticos a los análisis de la nacionalidad del agresor.
Este mes se cumplen 20 años de la muerte de la doctora Gloria Sanz, la primera víctima oficial contabilizada
Un estudio del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) publicado en 2020, a modo de balance, sitúa a Tarragona como la cuarta provincia de España en ratio de fallecimientos por cada 100.000 habitantes, según los datos entre 2003 y 2018. El informe también arroja luz sobre los perfiles que denuncian y los que no. «Es muy significativo observar que en el intervalo de 36 a 45 años casi la tercera parte de las víctimas había presentado denuncia, mientras que menos del 10% de las mayores de 65 lo había hecho», indica la radiografía.
Más denuncias entre las jóvenes
Parecida inercia tiene lugar si se analiza Tarragona. En la franja de 21 a 30 años, cuatro fallecidas habían denunciado previamente y dos no (en otro caso no consta). En la franja de 51 a 60, solo había habido una denuncia, por tres casos en los que no. Aunque no hace falta hacer un análisis tan longitudinal. En 2021, el 75% de las asesinadas en España no había denunciado. En el recién concluido 2022, la cifra de feminicidios se ha elevado en España a las 49, ninguno de ellos en Tarragona (aunque en 2021 hubo tres). En el 43% de los casos sí había una denuncia previa a las autoridades.
Este informe realiza un recorrido por todas las víctimas que ha habido en la provincia. La primera contabilizada fue la doctora Gloria Sanz, que murió en enero de 2003, hace justo ahora 20 años. Fue un caso que conmocionó a toda la sociedad tarraconense. Con ella arrancó la estadística oficial.
Una larga lista
A partir de ahí comenzó una larga lista negra, con nombres como Mariló (48 años), en Reus; Melody (15) en Mas de Barberans; Antonia (88), en Maspujols; Liz Paola (15), en Salou; Carmen (43), en Montblanc; Elena María (51), en Roda de Berà; Concepción (70), en Sant Carles de la Ràpita; o Lucina (50), en Amposta.
Tras una discusión, después de una separación, en pleno trámite de divorcio, a través de estrangulamientos, golpes o arma blanca, a veces dejando hijos por medio y con órdenes de protección que no evitaron el drama. Entre 2003 y 2019, los 28 crímenes ocurridos en Tarragona dejaron 29 huérfanos, 19 de ellos menores de edad en el momento del suceso. Solo tres de esas 28 mujeres muertas tenían una orden de protección, y también una denuncia hecha. En dos casos, sucedidos en Reus y en Amposta, hubo denuncia pero no existía ninguna orden.
En al menos dos casos, en Reus y en Amposta, había denuncia pero no orden de protección
Los últimos asesinatos sucedidos en diciembre han disparado las alarmas y han desatado, como ya es habitual, ruido político. El aumento de mujeres asesinadas a manos de sus parejas ha llevado al Gobierno a convocar por primera vez el llamado Comité de Crisis integrado por los Ministerios de Igualdad, Justicia, Interior y las Comunidades Autónomas, para analizar la situación, después de registrar ocho casos solo en diciembre.
El Ministerio de Igualdad ve necesario un análisis del Sistema de Seguimiento Integral en los Casos de Violencia de Género (VioGén) para que contenga mayor información sobre medidas judiciales, después del repunte de asesinatos machistas de ese último mes del año, en el que la mitad de las víctimas había presentado denuncia.
Tras la reunión, la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, calificó la situación de «extrema gravedad» y realizó un llamamiento a instituciones y a la sociedad para que estén «alerta» de cara a los próximos días festivos, puesto que la experiencia demuestra que son las fechas en las que se acumulan un mayor número de crímenes machistas.
Otro dato reciente indica que el 75% de los asesinatos machistas de diciembre se concentraron en festivos o fines de semana. Esas alertas también se ven en las llamadas al teléfono 016. Durante 2022, el mes en el que hubo más en Tarragona fue agosto (135) mientras que en 2021 fue julio, otro periodo vacacional por excelencia, con el récord (128).
En 2020, el mes fue abril (135), aunque hay que recordar que corresponde con el periodo de confinamiento domiciliario estricto por la irrupción de la pandemia.