Los Mossos d’Esquadra han abierto diligencias penales al conductor de una grúa por manipular el tacógrafo, el aparato que registra los descansos del conductor así como la velocidad. No solo llevaba un disco a nombre de su mujer sino también un mando a distancia, que le permitía parar el dispositivo para hacer ver que estaba descansando cuando en realidad estaba conduciendo.
A primeras horas de la tarde del pasado lunes, agentes del Àrea Regional de Trànsit de los Mossos d’Esquadra de Tarragona estaban realizando un control de transportes en la autopista AP-7. A la altura del kilómetro 252 –salida de La Canonja–. Detectaron una camioneta grúa con remolque Renault Master, con matrícula de Hungría, que transportada dos vehículos. Los policías indicaron al conductor que les siguiera hasta la salida de Valls, ubicada en el kilómetro 247.
Los agentes inspeccionaron el vehículo y el remolque. Al comprobar el tacógrafo, observaron que la tarjeta insertada en el mismo correspondía a otra persona, concretamente a una mujer. Cuando sacaron las hojas de registro del tacógrafo observaron que salía que el vehículo estaba en descanso y no circulando.
Ante las incongruencias extraídas de los datos del aparato del tacógrafo, la patrulla se dirigió con el vehículo a un taller situado en el cercano polígono Riuclar para que realizara la inspección del aparato. Durante la misma, los operarios observaron que había una manipulación, que consistía en la alteración de los datos mediante el uso de un mando a distancia que paraba la señal emisor de impulsos.
El arresto
Ante el hecho de la manipulación del tacógrafo y la utilización a nombre de otra persona, los agentes procedieron a la detención del conductor, de 56 años. Está acusado de un delito de falsificación documental y otro de fabricación, recepción, obtención o tenencia de utensilios destinados específicamente a la comisión de delitos.
El primero de los delitos es más habitual encontrarlo en conductores de vehículos pesados, no en ligeros. Por lo que respecta al segundo, los Mossos d’Esquadra destacan que el hecho de tener una tarjeta insertada dentro del tacógrafo a nombre de otra persona que ni está en el vehículo –en este caso de su esposa, que estaba en Hungría– agrava la conducta altamente delictiva.
Dicha tarjeta ha sido remitida a los servicios centrales de Transports del Departament de Territori i Sostenibilitat para tramitar su baja.