«Lo primero es revisar todas las facturas, algo que no siempre se hace, y si se encuentra ese cargo, reclamar cuanto antes y darte de baja, para que no te cobren más, y además pedir la devolución del importe», explica Esther Lorente, desde la OCU. Otra de las recomendaciones tiene que ver con la precaución en la red. «Hay que tener mucho cuidado con dónde navegamos», advierte Miguel Ángel Serrano, desde Facua.
«No debemos pulsar enlaces desconocidos, ni aceptar ninguna clase de ventana emergente. Todos los meses debemos hacer una lectura pormenorizada de la tarifa y, si vemos algún coste, reclamarlo y denunciar a las autoridades de consumo».
Quizás el consejo definitivo es solicitar, ya de antemano y antes de vernos afectados, la desactivación de los pagos a terceros, algo que contemplan las operadoras pero que se tiene que pedir expresamente. «Es mejor prevenir que curar, así que es conveniente darse de baja», añade Serrano.
De esta forma, si requerimos a la compañía el bloqueo de algunos números de teléfonos, no caeremos en la trampa de adquirir sin pretenderlo una de esas prestaciones que ofrecen empresas externas a las de telecomunicaciones. Las plataformas de consumidores reclaman que, por defecto, no esté habilitada esa posibilidad y que sea el usuario quien demande su activación.