Los niños y niñas del casal de verano de la Escola els Àngels dicen adiós a cinco semanas de convivencia, aprendizaje y experiencias. Muchos de ellos han compartido más de un mes en el que han llevado a cabo talleres de todos los tipos. Cada semana la ambientación era diferente, y esta última ha tocado la antigua China.
La despedida empezaba con una cercavila por la Rambla de Ponent, en la que los pequeños han podido sacar a la calle un dragón – hecho por ellos mismos –, sombreros y máscaras que seguían la estética asiática, tambores, y un buen jaleo con maracas y otros instrumentos. A este escándalo se han añadido los cláxones de algunos coches, que no han dudado en participar en su particular fiesta y animar a los más pequeños.
Acto seguido, los familiares de los niños han esperado en el vestíbulo para ver la ‘máquina del tiempo’ que han construido durante estas semanas de casal. Un juego que ha contado con la colaboración de uno de los familiares para ‘hacer volver’ a los pequeños de la China milenaria. Al cruzar la ‘puerta tridimensional’, los niños y niñas han saltado y gritado de alegría mientras sonaba la música. Posteriormente, se han podido encontrar todos en el patio del colegio para hacer un aperitivo.
Buenas sensaciones
En conjunto, estas cinco semanas han sido muy positivas para el director del casal, Josep Maria Martorell. «Hemos tenido buena participación, con una media de 50 participantes todas las semanas», explicó.
Además, el feedback que han ido recibiendo durante el transcurso de todo el mes ha sido bueno. «Las críticas han sido muy positivas, y el equipo de este año es genial. Todos los padres y madres están muy contentos».
Tal vez este éxito sea producto de la variedad de actividades que han llevado a cabo los monitores para entretener a los más pequeños durante la primera parte del verano. «Hemos puesto mucho énfasis en tener una buena programación rica en todos los registros: juegos movidos, dinámicas de conocimiento, talleres de agua, manualidades, etc», detalló el director del casal.
Junto a él, se suma la misma valoración de Paula Bilbé, una joven que también ha vivido su último día de casal, pero como monitora. Según su experiencia, se ha sentido muy cómoda durante estas semanas. «Hemos sido una pequeña familia y los niños han estado muy ilusionado con la ‘máquina del tiempo’ y todas las actividades que hemos realizado estas semanas», explicó Paula Bilbé.
En general, buenas sensaciones que también se han visto en el rostro de los pequeños, que dicen adiós al casal, pero abren la puerta a una nueva etapa de su verano.
