Primer fin de semana del corte ferroviario por las obras en el túnel de Roda de Berà. El servicio alternativo de autobuses que ofrece Renfe mantiene los sábados y domingos los mismos trayectos programados entre semana. Aunque el ritmo de viajeros se ha reducido en la mayoría de paradas, hay una donde la circulación de autobuses se ha multiplicado coincidiendo con el fin de semana. Se trata de la estación de Salou-PortAventura, donde este fin de semana se han reforzado las lanzaderas con Sant Vicenç de Calders para poder abarcar toda la demanda de personas que van al parque de atracciones.
PortAventura ya ha empezado la temporada de Halloween, una de las fiestas temáticas en las que cuenta con más afluencia, especialmente de visitantes de proximidad. Muchos de ellos llegaban en tren directamente desde Barcelona. A raíz del corte, Renfe suprimió una de las dos líneas que paraban en el apeadero de la avenida Joan Fuster, la RT2 (Salou-L’Arboç), que quedó integrada en la R17.
De esta forma, la estación mantiene una decena de trenes por cada sentido que siguen enlazando con Tarragona, pero que apenas si cuentan con viajeros. La principal demanda sigue siendo la conexión con Barcelona, que se ha mantenido con media docena de autobuses que van directos hasta Sant Vicenç de Calders y una decena que hacen el trayecto contrario.
Sobre las 10 de la mañana de ayer –el parque abre a las 10.30 h– se produce el desembarco más numeroso de personas que llegan desde Barcelona. Hasta cinco autobuses llegan en un intervalo de 30 minutos. Todos llenos de familias y grupos de amigos que van a pasar el día en el parque de atracciones. El autobús les deja justo delante de la conocida como Rambla del Parc, a apenas 700 metros de la entrada.
La imagen es totalmente opuesta a la de estos primeros días del corte de vías, con autobuses prácticamente vacíos que llegaban y partían desde este punto. El servicio se ha ampliado con más vehículos por trayecto en fin de semana y la satisfacción es la tónica entre los usuarios.
Jan y Kira son dos de las personas que llegan para pasar el día en PortAventura. Han salido de Sants a las 8.30 h y llegan al parque poco después de las 10. «Veníamos con tiempo porque sabíamos que tendríamos que hacer transbordo. Hemos bajado en Sant Vicenç y había una persona que nos ha guiado hasta el aparcamiento de autobuses y allí nos han dividido a todos. Está bien organizado», afirman.
«Cuando bajas del tren en Sant Vicenç hay carteles y un chico que nos ha ido dirigiendo y lo ha hecho muy bien. Ha ido todo muy coordinado y en tiempo», coincide Blanca, que llega con su hija a pasar el fin de semana. «Hemos cogido una noche de hotel y volveremos mañana a casa, porque no queríamos coger el autobús y después el tren cansadas de todo el día», dicen.
También hay a quien el corte ferroviario le coge por sorpresa. «La última vez que vinimos fue hace dos años y lo hicimos directamente con el tren. No sabíamos nada de que las vías estaban cortadas y teníamos que seguir por carretera», cuenta Aïda, que va a pasar el día en el parque junto a su hija Núria. Aun así, apunta, «tampoco ha sido demasiada molestia. Hemos llegado a Sant Vicenç de Calders y en cinco minutos ya ha llegado el autobús que nos ha traído hasta aquí. Sin problemas».