Un ciudadano marroquí, en situación regular en España, será expulsado del país. Así lo avala una sentencia de la Audiencia Provincial de Tarragona, que ratifica la dictada inicialmente por el Juzgado de lo Penal 1 de Reus, que había condenado al procesado a ocho años y medio de prisión.
Se le considera autor de tres robos con violencia –uno en grado de tentativa– cometidos en Reus sobre tres mujeres, mayores de 65 años, a las que arrebató un collar y cadenas que llevaban, todo ello en plena calle. No habría actuado solo, pero no se ha podido detener a sus compinches.
El primero de los robos fue cometido a las cinco de la tarde del 24 de abril del año pasado. Los ladrones se acercaron a la víctima, una mujer de 65 años que se encontraba caminando por la calle. Cuando estaba a la altura de cruce de las calles Astorga y Euskadi, los ladrones se abalanzaron sobre la víctima.
Tiraron fuertemente del collar que portaba en el cuello. Pero no pudieron conseguir su propósito ya que la mujer cogió la joya con la mano. Los delincuentes emprendieron la huida.
El collar sufrió daños valorados en 208 euros y la víctima fue trasladada a un centro sanitario, donde le diagnosticaron una erosión en la región cervical.
Un mes después
Casi un mes después, el 19 de mayo, sobre las nueve y media de la mañana, el ahora condenado volvió a actuar, en este caso en las inmediaciones de la calle Del Vent. La víctima fue una mujer de 74 años, que portaba unas cadenas con colgantes en el cuello, valoradas en 685 euros. Se rompieron y el ladrón se las arrebató. La víctima sufrió lesiones consistentes en ansiedad y erosiones en la cara posterior del cuello.
Las víctimas dijeron que los autores eran «marroquíes, magrebíes o en todo caso extranjeros»
Finalmente, el último robo se produjo a las 18.15 horas del 22 de mayo en el Raval Martí Folguera. El condenado, en compañía de otras personas, abordó a una mujer de 76 años. Le arrancaron fuertemente el collar-cordón que portaba en el cuello. Se lo rompieron y los ladrones huyeron con el botín, escondiéndose en un portal de la calle Escultor Rocamora.
Por el robo con violencia en grado de tentativa –se ha apreciado la agravante de abuso se superioridad– se le ha impuesto un año y medio de prisión, y un total de siete por los dos delitos consumados. También se le condena al pago de una multa de 300 euros por dos delitos leves de lesiones.
Recurso de apelación
En el recurso de apelación ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Tarragona, el abogado defensor aseguraba que la única prueba que se ha tenido en cuenta en la condena eran «las deducciones subjetivas de los agentes de la autoridad en base a un atestado producto de una investigación absolutamente selectiva, hasta el punto de calificarla de discriminatoria».
Añadía que las víctimas denunciaron los robos indicando que los autores eran «marroquíes, magrebíes o en todo caso extranjeros» y que los Mossos, a la vista de ello, iniciaron una investigación directamente enfocada a los marroquíes.
Para los magistrados, la prueba de cargo resulta suficiente para destruir la presunción de inocencia del acusado.