Un hombre estuvo al borde de la muerte después de ser apuñalado por otro en la Plaça dels Carros de Tarragona. Permaneció ingresado en el hospital 39 días, de los cuales 36 estuvo en la UCI.
Ahora, su agresor ha sido condenado a cinco años de prisión como autor de un delito de tentativa de homicidio y tres años más por otro delito contra la salud pública de sustancias que causan un grave daño a la salud. Y cuando salga de la cárcel no podrá acercarse a menos de un kilómetro de la víctima durante diez años.
Además, tendrá que pagar una multa de 100 euros y una indemnización a la víctima de 21.000 euros por las lesiones sufridas y 15.000 por las secuelas. Así lo recoge la sentencia dictada por Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Tarragona. En la misma se incluye que cuando haya cumplido las dos terceras partes de la condena sea expulsado de España. No se llegó a celebrar la vista oral porque el fiscal y la defensa llegaron a un acuerdo de conformidad.
Los hechos
El condenado es un ciudadano marroquí, con antecedentes penales y en situación irregular en España. Sobre las cinco de la madrugada del 4 de abril del año pasado, el procesado se encontraba, junto con otra persona –actualmente en paradero desconocido– en la calle del Trinquet Vell de Tarragona. El acusado se dedicaba a su actividad de venta de drogas.
Lo condenaron a tres años más de cárcel por un delito contra la salud pública
Al encausado y a su acompañante se les aproximó la víctima, quien también iba acompañada, que se interesó por la posibilidad de comprar sustancias estupefacientes. El acusado y su acompañante le indicaron que ellos sabían dónde podía comprar. Por ello, los cuatro se marcharon a la Plaça dels Carros, conduciéndoles hacia el vendedor.
Una vez allí, la víctima adquirió cocaína a personas relacionadas con el acusado y que no han sido identificadas. La cantidad comprada fue la necesaria para preparar una raya. Tras ello, la víctima invitó al acusado a una consumición de droga, lo que este aceptó.
La ‘raya’
Al manipular la víctima la cocaína para preparar la raya, esta se cayó al suelo. Ante ello, el condenado y su acompañante le exigieron a la víctima que comprara más, lo que esta se negó. Se inició una discusión entre ambos. Como consecuencia de ello, el acusado, «con ánimo de causarle la muerte o siendo plenamente consciente de que podría producir este resultado», valiéndose de una navaja o similar, propinó dos heridas a la víctima.
Ello motivó que el herido perdiera la cartera y el teléfono, objetos de los que se apoderó el acompañante del procesado, si bien este se los entregó de forma inmediata al acompañante de la víctima al serle reclamados.
El acusado, al percatarse de que el acompañante de la víctima iba a llamar a la Policía y para evitar ser descubierto, abandonó el lugar a la carrera en dirección a la Rambla Nova. La sentencia recalca que el procesado no prestó ayuda alguna a la persona herida y se desentendió de su suerte.
El acusado fue detenido el 16 de mayo por la Guàrdia Urbana y dos días después, el Juzgado de Instrucción 2 decretó prisión provisional, comunicada y sin fianza
