Jordi Grau Alasà es tarraconense, tiene 40 años y trabaja como técnico en emergencias sanitarias. Desde que empezó la pandemia hasta la actualidad ha tenido que confinarse hasta en cuatro ocasiones. La última, a finales de octubre, dio positivo. Grau ha estado desde el minuto cero en primera línea. «Lo malo de estar en esta posición es que no sabes si el enfermo que tienes delante está infectado o no», explica.
«Lo recuerdo con tristeza y emoción. No sabíamos a qué nos enfrentábamos. De repente, nos encontramos con una enfermedad que no conocíamos», confiesa Grau.
El técnico de emergencias sanitarias asegura que, al principio, vivió momentos muy duros. «Es doloroso tener que llevarte de una casa al abuelo o abuela y que sus familiares tengan que despedirse porque no saben si volverán a verlo», recuerda Grau, quien añade que «lo único que podían hacer era darnos un papel con dos números de teléfono y confiar en la buena voluntad del hospital».
A finales de octubre, Grau dio positivo por Covid-19 y se confinó durante cuatro días en el hotel SB Express. «Los humanos sacamos lo mejor de nosotros mismos. Hemos demostrado ser solidarios y siempre dispuestos a ayudar», considera este técnico de ambulancias.