Con el deseo de la canalla de «hacer castells más altos» y «que podamos volver a ensayar todos juntos», Xiquets de Reus cerraron ayer el primer acto conmemorativo de su 40 aniversario. La colla repasó, durante cerca de dos horas y en el espacio del Teatre Bartrina, su pasado y su presente. Y, mirando al futuro, avisó que «estamos muy vivos y seguiremos», tal como expresaba el conductor de la velada, el casteller David Sanz. Los primeros y últimos cargos de estas cuatro décadas subieron juntos al escenario para cerrar un acto en el que también hubo actuación de grallers y se pintó un cadáver exquisito que «es como la colla: algunos la empezaron y otros la siguieron igual de bien». La celebración estaba abierta a la ciudadanía.
La historia de Xiquets de Reus se articuló ayer en tres etapas diferenciadas: de 1981 a 1992, de 1992 a 2010 y de 2010 hasta ahora. Todas ellas, con sus luces y sombras, fueron puestas bajo la lupa de algunos miembros de la colla que fueron partícipes de cada una de ellas. Por eso, hubo hasta tres coloquios. En el tercero de ellos, donde se abordó la época más reciente, estuvo presente también, como no podía ser de otra manera, la pandemia. «Dos ensayos y para casa. Mascarilla, confinamientos y grupos burbuja», sintetizó Pau Morales en su personal interpretación sobre lo que fue 2020. Para 2021, se mostró tajante: «¿Seguimos? ¡Seguimos!».
En este último coloquio tuvieron también turno de palabra Cesc Valls, Raül Orive y Maria Alegret. «Hemos hecho los mejores castells de nuestra historia y con mucha diferencia», apuntó Valls, mientras que Orive destacó que «llevamos muchos años haciendo muy bien las cosas y eso nos ha llevado a encontrarnos en un momento dulce». Alegret, por su parte, constató que «tengo muchas ganas de volver a sentir lo que había antes» de que la irrupción de la Covid-19 lo alterase todo. Preguntada sobre su función como cap de colla, un rol que comparte con Eduard Valls, Alegret explicó que «es indiferente lo que se tenga entre las piernas, todo el mundo lo puede ser».
Durante este inicio del 40 aniversario, los de la camisa avellana proyectaron en el Bartrina una serie de vídeos con imágenes de actuaciones pero también de multitud de episodios históricos y del día a día de la colla. Fueron, en conjunto, cientos de fotografías. Las localidades del teatro, que debían ser previamente reservadas a causa de las restricciones derivadas del virus, estaban llenas. Para acabar, antiguos y actuales cargos fueron ovacionados por su labor vinculada al crecimiento de Xiquets de Reus y se expuso el cadáver exquisito que se había pintado durante el acto. En él quedaron representados «la fachada del Bravium, del local y la gente que hace castells». Con el propósito de la canalla de que «este año, consigamos subir todavía más arriba» finalizó la cita, que acabó al grito de «¡Visca Xiquets de Reus!».
La colla tuvo su papel durante la Festa Major de Sant Pere en el Carrer de la Festa, el espacio habilitado por el Ayuntamiento para acoger las actuaciones de los grupos de la ciudad, y lo hizo levantando pilares en diferentes tandas.