El hecho de que Adif haya sacado a licitación las obras de la estación de Bellissens este mismo noviembre –en la que se contempla la creación de un paso de ciudad por debajo de las vías– ha hecho resurgir observaciones por parte de los vecinos respecto a pasos inferiores de Reus.
En Mas Pellicer, la vecindad comenta que el paso inferior de la calle Sol i Ortega, cuando llueve mucho, entorpece a los vehículos que circulan por allí, «creando inundaciones»; los que hay en Mas Iglesias «por la noche generan inseguridad»; y el paso inferior de la calle Joan Busquets Crusat del barrio Gaudí, destacan los residentes, «podría ser más amplio, aunque siempre lo hemos tenido así».
El presidente de la asociación vecinal (AV) El Roserar de Mas Iglesias, Francesc Jornet, expresa, por su parte, que «siempre nos opusimos a tener otro paso inferior, ya tenemos un par y encontramos que por la noche son inseguros». Prefieren «un paso elevado, algo que seguimos reivindicando y desde hace mucho tiempo, y no solo somos nosotros los que estamos en contra, hay vecinos de otras zonas que también lo están».
El representante vecinal de la Associació de Veïns 1r de Maig de Sant Josep Obrer, Eduardo Navas, declara, por su parte, que la problemática del paso inferior en cuanto a inundaciones «es algo que continúa pasando, habría que mejorar el sistema de alcantarillado y es algo que pasa desde hace años».
El secretario de la asociación de vecinos del barrio Gaudí, Antonio Montoya, explica –sobre el paso inferior mencionado al inicio– que «está en buenas condiciones, el asfaltado de la zona está bien, pero el paso sí que es algo estrecho». Las personas que «lo cruzan tienen que tener mucho cuidado, pero suele haber respeto entre coches y peatones». Fuera del paso inferior se colocó, también, un semáforo móvil que se quitó finalmente y «no ha habido ningún problema desde que entonces».
20 años de vía en desuso
En la Urbanització Sant Joan, se encuentra otro paso inferior, el de la calle Ventura Gassol, del que el presidente de la asociación de vecinos de dicha zona, Jordi Solans, habla muy bien. Aun así, «como es el único acceso para acudir a la escuela La Vitxeta, se producen embotellamientos a menudo, y más en las horas punta».
Otro tema que también destaca el líder vecinal «es otro recurrente en la calle Llobregat», paralela a una antigua vía de tren desmantelada, «en la que hubo un proyecto de vía verde que quedó en papel mojado».
Allí, detalla Solans, «al estar la vía en desuso más de 20 años y sin cuidar, se ha convertido en un nido de animales, como ratas, serpientes, abejas y avispas; los vecinos estamos hartos y los domicilios están situados muy cerca». La valla que separa la vía de tren de la propia calle está «tan oxidada y deformada, que incluso llega a la altura de los neumáticos de los coches cuando estos pasan por el lado». De esta situación ya se hizo eco el Diari en agosto de 2021, «pero el asunto sigue como hasta entonces».
Al ser propiedad de Adif, dicha vía, no se puede intervenir de ningún modo a nivel municipal, pero como remarcaron fuentes municipales en el verano de 2021 «se está trabajando en una propuesta para dar un nuevo uso a los terrenos». Hecha la consulta de nuevo a estas mismas fuentes, no ha trascendido ninguna novedad al respecto.
Vandalismo generalizado
Sin movernos de la Urbanització Sant Joan, Solans aporta que sufren problemas de incivismo desde hace tiempo, ya que «siguiendo la vía hay un puente en el que jóvenes se reúnen y beben, dejan las latas por ahí tiradas y además lanzan piedras a la carretera y a los mismos coches». En otro orden de cosas, algo de lo que se queja, también, Navas es que el incivismo en el barrio de Sant Josep Obrer es «continuo»: «Siempre son los mismos, pero la marquesina de la parada de autobús que está en frente de la parroquia de Sant Josep Obrer, nada más entrada en el barrio, siempre está vandalizada; hace poco, todos los cristales, rotos».
El representante vecinal pide, una vez más, que «haya más presencia policial a pie, solo así se evitarán más sucesos como este». Añade, por otro lado, que «hace unas semanas también quemaron un contenedor de basura y lo habitual es que haya alguna que otra hoguera en general».