Los pescadores catalanes han decidido ir a por todas. El sector irá a huelga el próximo lunes y martes –9 y 10 de diciembre– para protestar contra la propuesta que quiere tirar adelante la Comisión Europea y que obligaría a los pescadores del arrastre a faenar solo entre 20 y 28 días al año. Aseguran que la medida es una condena de muerte para el colectivo. «Si finalmente la propuesta de la Unión Europea tira adelante, significaría que la pesca está llegando a su fin», asegura la secretaria de la Confraria de Pescadors de Tarragona, Rosa Sans.
La decisión de paralizar la actividad en los puertos catalanes se ha tomado hoy en una reunión en la que han participado las cofradías. «No es fácil amarrar la barca a pocos días de Navidad, cuando es más necesario que nunca traer pescado a puerto. Pero la situación es insostenible. Ya nos han tomado el pelo suficiente. Pasamos al ataque», decían ayer los pescadores de Tarragona, desesperados.
El colectivo protestará a principios de la semana que viene coincidiendo con la celebración del Consejo de Ministros Europeos. Un encuentro que se llevará a cabo a Bruselas y en el cual se debatirá sobre la propuesta pesquera. Está previsto que en la reunión asista el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación del gobierno español, Luis Planas, quien deberá defender el colectivo. «Nuestra idea es que el representante español sienta nuestro apoyo y que los otros vean que ejercemos presión», explicaba Antonio Abad, presidente de la Federació Nacional Catalana de Confraries de Pescadors.
La intención de la Unión Europea –avalada, según ellos, por informes del comité científico– pretende reducir los días de pesca a 28 al año a partir de 2025. Pero esto no viene de ahora.
En 2020, Europa tiró adelante un plan plurianual para reducir los días de pesca de forma progresiva. La UE vendió a los pescadores que era necesario hacer un esfuerzo para contribuir a la regeneración de la mar. «Pensábamos que después volveríamos a la normalidad. Y ahora nos encontramos con qué todavía nos reducen más los días», añade Sans. Este año, los pescadores del arrastre han salido a faenar, como mucho, 130 días en todo el año.
Hace unos días, el sector estaba esperanzado porque parecía que el nuevo comisionado europeo –Costas Kadis, de nacionalidad chipriota– era un poco más sensible al mediterráneo y a sus necesidades. Pero hoy, la esperanza se ha difuminado después de saber que Kadis había defendido públicamente la propuesta de su predecesor, el lituano Virginijus Sinkevičius, de quien salió la propuesta de reducir la pesca a 28 días al año. Pese a que la posición de la Unión Europea parece inamovible, Kadis abre la puerta a debatir sobre las medidas compensatorias para los pescadores.
Con este panorama, los pescadores lo ven todo perdido y han decidido decir basta. No solo los de Catalunya. El resto de puertos españoles también pararán los próximos días 9 y 10 de julio. Algunos representantes del colectivo viajarán hasta Bruselas para mostrar su apoyo al ministro español.
Desguaces con financiación
Hoy, el ambiente en la Confraria de Pescadors de Tarragona era tenso. Todo el mundo hablaba de lo mismo. Hay miedo e impotencia. «Hacen las leyes desde los despachos sin saber el estado de la mar», decía Jordi, un marinero. Andreu, otro pescador, insistía en que «no entiendo en qué se basan para poner estas medidas. Nosotros conocemos el mediterráneo y hay pescado. Lo único que se me ocurre es que haya intereses económicos por parte de grandes multinacionales pesqueras».
Los representantes del sector piden a la Unió Europea una moratoria de al menos de un año para poder presentar informes científicos –algunos impulsados desde Catalunya– que defienden la actividad y la evolución de la pesca del arrastre.
Por otro lado, y con la resignación por bandera, los pescadores piden a las administraciones que abran los desguaces con financiación. Eso quiere decir gastar dinero público para deshacerse del barco. «Todos los esfuerzos de mi familia se han puesto en esta embarcación. No es justo que ahora lo perdamos todo», explica Andreu, quien añade que «Europa no quiere que salgamos a pescar, pero tampoco nos da facilidades para dejar de hacerlo. No es el mejor final, pero no tenemos ninguna otra opción».
Falta de coordinación
Por otro lado, los pescadores tarraconenses reivindican más organización y coordinación entre los representantes del sector. «Nos enteramos de las cosas por WhatsApps o por el boca oreja. Nos gustaría que se hicieran asambleas para marcar una hoja de ruta. Estamos hablando de una medida que sentencia de muerte nuestro colectivo. Hay que movilizarse», explican desde Tarragona, quienes, por el momento, desconocen si el próximo lunes habrá manifestación o algún otro tipo de protesta.
Finalmente, hoy, desde la Federació Nacional Catalana de Confraries de Pescadors hanmandado un comunicado en el cual detallan algunas de las medidas que se habían llevado a cabo en los últimos años. Como por ejemplo, las vedas de más de 50 días al año o la reducción de las jornadas laborales. «Ante esta infamia, los pescadores decimos basta. No podemos aceptar más recortes», decía el comunicado, que pedía a las administraciones locales «posicionarse al lado de la verdad: a nuestro lado».