Más de 200 personas han avalado este domingo 8 de septiembre el cambio de nombre y de estatutos de la asociación vecinal de Mas Iglesias, que ya existía desde hacía tiempo, aunque hasta ahora había permanecido inactiva. La negativa de muchos de los vecinos del barrio a que, en un futuro, la estación de autobús se traslade modificando el Parc de Mas Iglesias –al menos según indica el anteproyecto presentado por el gobierno este verano– ha hecho reactivar la asociación. Ésta, a su vez, se nutrirá de las personas que hasta el momento formaban parte de la recién surgida plataforma contraria al traslado.
El barrio cuenta ahora, pues, con un par de asociaciones vecinales activas: la de El Roserar de Mas Iglesias y la hace poco rebautizada Associació Plataforma en Defensa de Mas Iglesias.
El acto que se ha realizado este domingo en el Parc de Mas Iglesias ha comenzado por la mañana con la recogida de firmas, que tendrá continuidad los días venideros, buscando hacer efectivo el cambio administrativo mencionado. El anterior presidente de la asociación renombrada, Jordi Balust, ha aprovechado para despedirse y ha pasado el relevo y el libro de actas al, hasta ahora, portavoz de la plataforma reivindicativa, Òscar Mendoza.
Balust ha dedicado unas palabras: «Este es un acto de trámite formal, pues nosotros ya estábamos constituidos como asociación y os convocamos desde la entidad, con un NIF y una personalidad jurídica detrás, con el fin de que el vecindario que venga le dé vida». Acto seguido, Mendoza ha asegurado que «ya no somos solo un grupo de WhatsApp» y que ahora empezarán un trabajo administrativo «intenso» para cambiar nombre y estatutos, tras haber logrado «vuestros votos».
Despolitizados y con una meta
Varios de los allí presentes han dado un paso al frente como voluntarios para formar parte de la nueva junta de la entidad y Mendoza ha repasado: «Nuestro objetivo, primero, es salvar el parque, luego ya vendrán más cosas, como el pabellón deportivo que necesitamos y potenciar la seguridad, entre otros temas del día a día». Lo que también solicitó el ahora presidente es que nadie de la junta de la asociación perteneciera a ningún partido político. «Queremos defender la despolitización del grupo. Por supuesto, hablaremos con todos los partidos con representación para ir trabajando, incluso con los que no nos escuchan ahora», ha manifestado Mendoza.
El encuentro también ha tenido algo de simbólico. Y es que la agrupación ha preparado carteles que han ido colgando en algunos de los árboles que podrían ser arrancados el día de mañana, en caso de hacerse efectivo el traslado de la estación. De alguna forma han buscado «apadrinarlos». En dichos escritos colgados, se hace un llamamiento a la ciudadanía a que se sume y ayude, a que diga ‘no’ al traslado y salve el parque: «No a la estación de buses a cualquier precio».
Hacer las cosas paso a paso
En palabras del ahora presidente de la entidad vecinal, la «prioridad» es evitar que la estación de buses se ubique en parte del Parc de Mas Iglesias. «Ahora toca trabajo intenso, a todos nos llevará tiempo. No queremos morir de éxito, todos tenemos familia y podemos cometer errores. Si fuera así, por favor, avisadnos», ha pedido. Muchos de los vecinos que han acudido al encuentro también han considerado que, para seguir con el objetivo paso a paso, habrá que «estar bien asesorado», especialmente si se tienen que presentar alegaciones a algún proyecto en un futuro.