Barcelona. Una casa abandonada y maldita en una noche de Navidad, la única del año en que algunos dicen que se aparecen los fantasmas de la leyenda de los amantes desdichados. Dos agentes solitarios que deciden adentrarse en el misterio... Este es el argumento de Susto o muerte, un musical que este viernes se estrena en el Bravium Teatre de Reus en tres únicos pases durante el fin de semana (viernes y sábado a les 21.00 horas y domingo, a las 18.00 horas).
Un título que bien podría hablar de Halloween. «No», niegan al unísono sus creadores, Benjamín Miguel y Manuel Barroso, de Producciones Lucky&Luke. «Es un thriller policíaco universal, extrapolable a cualquier otra festividad, que reflexiona sobre la soledad, la amistad o los problemas de pareja. Sobre esas convenciones que realmente no siempre se quieren seguir porque cada uno tiene sus inquietudes y sus ocupaciones», comentan.
Así las cosas, Susto o muerte lleva a sus protagonistas, Laura y Cristian, a enfrentarse a sus propios fantasmas, cualesquiera que estos sean, y con ellos lo harán también los espectadores. «Todo el mundo podrá verse reflejado», aseguran Manuel y Benjamín.
Se trata de una representación que para la compañía ha supuesto ganar en madurez, evolucionar. «Pasan los años y acabas haciendo lo mismo pero de una forma elegante, mucho más profunda», revelan. En este sentido, destacan el género del musical en el que «la música explica cosas, hasta el punto de que algunas de las canciones tienen diferentes melodías en distintos momentos porque pasan por muchos estados de ánimo de los personajes y esto hace que también sea compleja». Palabras que corrobora María Bravo, actriz que se mete en la piel de uno de los policías.
«Es la obra número veinte de la compañía, en la que llevan a cabo un salto cualitativo importante. Es un reto a la hora de dirigirla, pero también para nosotros, los actores. Ellos han querido hacerla con el equipo que querían y para mí es muy importante que hayan contado conmigo en este momento», manifiesta. Un equipo que Benjamín y Manuel califican de «ideal» y que está formado por el propio Benjamín Miguel (adaptación del cuento de Chris Carter y dirección), Josep Ferré (música original), Manuel Barroso (letras) y un reparto también con Benjamín, Manuel Barroso y María Bravo, completado por Joan Manel Brunet en el papel de Cristian y Neus Ceballos en el de Lidia, con el pianista Jorge Varela.
Ver para creer
En relación a su personaje, María Bravo cuenta cómo es de realista y práctico. Laura no cree en lo paranormal pero se deja arrastrar por su compañero, quien se emociona con el tema. Y además, ella vive la contradicción de haber nacido en una familia católica. «Me ha costado mucho construir este personaje», reconoce María. «Es muy lejano a como soy yo en la vida real. Me ha costado entenderla, entrar en su lógica».
Esta es la cuarta producción en la que María trabaja con Lucky&Luke. Como ellos mismos indican, «ella es la tercera pata». «Más que compañeros somos amigos. Tenemos líneas de trabajo muy similares y para mí es una compañía muy importante porque siempre han tenido mucha sensibilidad con mi conciliación profesional y familiar», señala esta actriz y periodista. Algo muy difícil de encontrar en estos tiempos.
En los 15 años de trayectoria, Lucky&Luke ha girado por todo el Estado español. Nacieron como pequeño formato, han adaptado los clásicos de la literatura universal y también colaboran con Teatrosfera, la compañía de María Bravo, con propuestas de teatro social para los más jóvenes.