La Associació Reus Som Útils (ARSU), que desarrollaba actividad en el espacio de reducción de daños y riesgos del consumo de drogas La Illeta, rechaza la decisión del Ayuntamiento de vaciar el local y poner en manos del equipo de sinhogarismo del Centre Social El Roser la atención social que se prestaba hasta ahora allí. ARSU considera que, de esa forma, se «pierde» un servicio «muy importante para una problemática realmente compleja».
«Las personas usuarias tienen en La Illeta un lugar de referencia y un sentimiento de pertenencia», señala la entidad, que indica que algunas incluso están empadronadas en el lugar. Y defiende que el modelo que se empleaba hasta ahora permitía «hacer un acercamiento».
ARSU opina que El Centre Social El Roser no cuenta con los espacios necesarios para poder realizar, por ejemplo, reuniones. Y que la voluntad del gobierno de integrar a los usuarios de La Illeta en actividades requiere antes una «estabilización».
«¿Cuando tienes una cosa que funciona y que ha demostrado ser eficiente, por qué cambiarla?», preguntan desde la asociación, y señalan que se hubieran abierto a trasladarse a otra ubicación si el formato de atención permaneciese intacto. «Los usuarios sienten que les están quitando su casa», añaden.
ARSU ha convocado mañana, 1 de agosto, a las 11 horas, una concentración en la plaza del Mercadal para reclamar que La Illeta se conserve tal como operaba hasta ahora. «Atiende a una media de 200 personas al año, incluye duchas, lavadoras, bocadillos, apoyo psicosocial y es un espacio de apoyo mutuo», sostiene la entidad.
Un recurso pionero
El espacio de La Illeta nació en 1999 como un recurso de atención pionero y singular por aunar, en un mismo espacio, atención sanitaria y social a la drogodependencia. La Illeta tal como se la conocía se desvaneció en 2023, con el paso de la gestión del Hospital Sant Joan de Reus y la rama de prestaciones sanitarias del Ayuntamiento a manos de la Generalitat.
Ahora quedaba allí la parte de atención social. Pero, a partir del 9 de agosto, la asumirá el equipo de sinhogarismo del Centre Social El Roser, que se refuerza con tres profesionales más. Los trabajadores de la Fundació Educativa i Social que intervenían en La Illeta se reubicarán. El gobierno defiende que el cambio es positivo y que muchos usuarios de La Illeta ya acudían al comedor social de El Roser. ARSU no está de acuerdo.