«Recuperar un espacio icónico de nuestros abuelos y abuelas y convertirlo en un paseo moderno». Esta es la idea que ayer transmitió el alcalde de Reus, Carles Pellicer, en la presentación del proyecto de reforma del paseo de la Boca de la Mina, ubicado en la zona norte de la ciudad, que tuvo lugar ayer por la tarde en el Castell del Cambrer.
La intención es que, pasadas las fiestas navideñas, se ponga en marcha la maquinaria administrativa para presentar alegaciones y licitar el proyecto. Las obras empezarán «en seis meses», según confirmó ayer el concejal de Urbanisme, Marc Arza. Así pues, uno de los principales proyectos del segundo mandato de Pellicer, empezará a tomar forma tras las elecciones municipales del próximos mes de mayo.
El calendario, a partir de aquí, está muy concretado. De hecho, la Unión Europea marca que, como mucho, las obras puedan alargarse hasta finales de 2020. Esto es así porque Europa, a través de los Fondos FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional) subvenciona parte del presupuesto del proyecto. Así pues, si el total de la obra se estima que ascienda hasta los 3.632.769,60 euros, el Ayuntamiento de Reus sólo aportará 2.126.404,77 euros.
Dos parques y un paseo
Durante la presentación del proyecto, el alcalde aseguró que la reforma «acondicionará y dignificará un espacio de gran valor patrimonial, natural y sentimental», pero garantizó que «se mantendrá el espíritu» del actual paseo.
Una de las principales necesidades de la Boca de la Mina es solucionar los problemas derivados de las lluvias. Actualmente, el agua recorre el paseo en superficie, causando socavones y agujeros por doquier que dificultan la circulación de los peatones o deportistas que lo utilizan. La mejora de los desagües con las nuevas técnicas urbanísticas deberá eliminar dichas afectaciones una vez se termina la remodelación.
Además, el proyecto busca mejorar la calidad ambiental y paisagística del entorno, mejorar la integración del barrio Gaudí con el conjunto de la ciudad y desarrollar una red de espacios libres que queden conectados los espacios naturales. De hecho, la idea es reconvertir los espacios adyacentes al actual paseo en dos grandes parques.
El primero de ellos, llamado El Parc de les Olors, contará con más de 10.000 metros cuadrados de superficie y estará repleto de plantaciones de especies aromáticas del territorio. El segundo, El Jardí Agrari del Camp, con cerca de 8.000 m2 de perímetro cercado, contará con tres espacios diferenciados dedicados a los árboles fruteros, a la huerta y a los verdes prados. Un espacio destinado a usos lúdicos y educativos.
El paseo en sí también se verá renovado con una actuación urbanística troncal de acondicionamiento con la clara intención de mantener el carácter natural del espacio.
El acceso a la Boca de la Mina desde la avenida del Comerç también se reordenará, y se creará una nueva plaza como lugar de referencia y de encuentro que organizará los distintos espacios del paseo.
También se mejorará la luz de la zona, garantizando la seguridad y permitiendo el uso nocturno de la Boca de la Mina.
A lo largo del paseo está previsto que se refuerce la presencia de las balsas con barandillas que actúen de miradores.