El paquete de 26 nuevas cámaras que, dentro del plan de videovigilancia de Reus, cubrirán nueve espacios de la vía pública ha empezado a desplegarse. Operarios trabajaban ayer en la instalación de los dispositivos de la plaza Prim, donde se colocarán un total de cuatro aparatos, y también en el único que se ha previsto para observar el eje de Llovera con el Condesito.
El resto van en la plaza del Mercadal, la de la Cultura de la Pau, la del Baluard, la de la Patacada, la de Anton Borrell, la de Sant Pere y el skatepark.
Consultada al respecto, la alcaldesa, Sandra Guaita, explica que «debíamos poner cámaras en algunos puntos y, tras la licitación, ya lo estamos haciendo».
El contrato se había adjudicado en abril por 133.682 euros. Y una vez que estos 26 nuevos dispositivos estén en funcionamiento, la ciudad contará con un total de 72 cámaras que cubrirán alrededor de 23 zonas, según los últimos datos hechos públicos por el Ayuntamiento.
Preguntada por la petición que recientemente lanzaba la Associació de Veïns I de Maig de Mas Pellicer, que reclama cámaras para combatir el vandalismo persistente en esa parte de la ciudad, Guaita recuerda que el entorno ya cuenta con videovigilancia –en el ámbito de las calles de las Verges– y precisa que «los criterios de instalación de cámaras son muy estrictos y esta debe estar muy justificada».
«Es con criterios objetivos como se están estudiando las cámaras de toda la ciudad, donde están y donde tienen que implantarse, y también lectores de matrículas que algunos barrios nos piden. Todo eso se está trabajando desde la Guàrdia Urbana. De la misma manera que se graba una calle, también hay que garantizar la intimidad de los ciudadanos que están en ella», especifica la alcaldesa.
El Ayuntamiento tiene varias propuestas encima de la mesa, de Mas Pellicer pero también de más áreas, y «la Guàrdia Urbana las está analizando», subraya Guaita.