Termina el año, el Ayuntamiento de Reus ya tiene aprobado el presupuesto para 2023, pero ¿qué pasa con las cuentas del presente ejercicio? ¿El gobierno las ha ejecutado? Es decir, ¿los ingresos han sido los esperados y las inversiones se han llevado a cabo? A falta de cerrar por completo el año, «la previsión es alcanzar el 100% de los ingresos y un 95% de ejecución del gasto corriente (el esencial para la actividad ordinaria)», detalla la concejala de Hisenda del Ayuntamiento de Reus, Mariluz Caballero. En cuanto a las inversiones, su ejecución rondaba el 75% a mediados de este mes de diciembre, según detallaban fuentes municipales, lo que para Caballero es «una cifra muy buena».
En este último caso, el de las inversiones, la concejala explica porqué el porcentaje de cumplimiento es inferior a los ingresos y el gasto corriente. Mientras que en estos dos últimos casos, los movimientos son pautados, y pocos contratiempos pueden haber, en cuestión de inversiones «hay proyectos, como el de la Hispània, que son plurianuales». En este caso, «el dinero está comprometido, pero los trabajos se alargan durante varios años. Hasta que no culmina el proyecto, no consta como ejecutado, pero ello no quiere decir que no se avance», subraya. Las inversiones también están sujetas a trámites administrativos, que pueden alargar los procedimientos, «y aunque puedan generar dificultades, nunca tienen que servir de excusa» ante una baja ejecución, admite Caballero, para quien la «planificación y el rigor» son esenciales para «una buena gestión».
A nivel de inversiones, los trámites pueden dificultar, pero no son ninguna excusa ante una baja ejecución
En cifras absolutas, del total de 41,45 millones de euros presupuestados definitivamente en inversiones para 2022 (teniendo en cuenta las transferencia de capital), 30,73 se encuentran ya ejecutados o en fase de ejecución. Esto representa prácticamente el 75%. Inicialmente, el plan de inversiones para 2022 era de 19,5 millones, pero la cantidad definitiva es superior. «La ciudad es viva y hay que adaptarse a las necesidades», remarca la concejala de Hisenda.
Pone como ejemplo la irrupción de la pandemia, en 2020, que obligó al gobierno local a tomar medidas excepcionales para reactivar la economía a través del Pla de Reactivació Econòmica i Social. Esto requirió de modificaciones en las partidas presupuestarias, priorizar políticas sociales y aparcar otras cuestiones. Más allá de este momento de excepcionalidad, «y aunque tener el presupuesto aprobado es esencial», tampoco es suficiente, añade la concejala. Pone en valor esta capacidad adaptativa para, «si es necesario, modificarlo», dado que es una «herramienta dinámica».
Áreas con más ejecución
Vía pública, bienestar social, participación o urbanismo son algunas de las áreas con mayor ejecución presupuestaria. «De hecho, son las partidas más importantes del presupuesto», recuerda Mariluz Caballero.
En esta línea, entre las inversiones destacadas de este 2022 había la transformación urbanística de la antigua Hispània (actual parking de zona azul de Riera Miró), la peatonalización del arrabal de Santa Anna, la remodelación del puente del barrio Gaudí o la rotonda de Mas Carpa (actualmente, construyéndose). También los presupuestos participativos se han retomado esta vez, tres años después de los últimos, los de 2019, y lo han hecho con una partida de 1 millón de euros.
Muchos de estos proyectos tendrán continuidad durante el próximo año 2023, por lo que, a pesar de estar ya avanzando, aún no constarán como inversiones totalmente ejecutadas. Es el caso de la Hispània, como ya se ha comentado anteriormente, pero también el despliegue de nuevos carriles bici o la peatonalización del arrabal de Santa Anna. Las obras en el tramo entre la plaza de Catalunya y la calle de Santa Anna, y también Salvador Espriu, avanzan a buen ritmo. El grueso de los trabajos empezaron en octubre y, al finalizar noviembre, las obras entraron en stand-by para no interferir en la campaña navideña. Cara enero, los operarios retomarán la actuación.
Por cápita, el área de vivienda y urbanismo es la que supone un mayor gasto: la ciudad invierte unos 253 euros por habitante. Le sigue bienestar comunitario, con 200 euros/habitante. Seguridad y movilidad ciudadana supone 159 €/hab y servicios sociales y promoción social, 132.
Remanente
Otro concepto relacionado con la ejecución presupuestaria es el remanente de tesorería, es decir, «dinero no ejecutado», define la concejala. Deja claro que «no es un mérito» cerrar un ejercicio con remanente, sino que el objetivo tendría que ser que éste fuera cero. No obstante, «un mínimo acaba habiendo por varias circunstancias». Diferencia entre dos conceptos de remanente: el que corresponde a partidas ya comprometidas y el libre. Este último es «el que no está destinado a nada» y que, según relata Caballero, se debe a situaciones imprevistas, como que lleguen unos ingresos en los últimos días del año o el hecho de recibir alguna subvención no prevista. En todo caso, «tienen que revertir» a la ciudad, subraya la concejala. Recuerda que el año pasado fue de 1,8 millones. En cuanto al remanente de tesorería afectado por compromisos fue de 3,9 millones, mayoritariamente destinado a acciones del plan de inversiones 2021 que continuaban durante este ejercicio. «El presupuesto tiene que ejecutarse y hacemos seguimiento», subraya.